Por Julio Herrera

PORTADA HISPANA

PORTADA HISPANA conversó con el Director Ejecutivo de la Asociación Peruana de Granos y Cereales, Víctor Vásquez Villanueva, quien afirma que la pauperización del agro nacional se acelerará con la crisis de la pandemia y pone al Perú en peligro de una crisis de seguridad alimentaria interna.

¿La pandemia del covid-19 está afectando el agro nacional? ¿Cómo?

La pandemia ha afectado en manera concreta al productor agrario, hay un cifra de contagios y fallecidos que todavía no ha sido contabilizada en las Comunidades Campesinas apartadas de las ciudades. Por otra parte durante la cuarenta se incrementó la pobreza del pequeño agricultor porque no han podido sacar sus productos y los que sí  lo han hecho lo han hecho a costo de producción, es decir, sin ganancia alguna. La pandemia va a afectar profundamente al agro porque ya de por sí el productor agrario se encuentra desprotegido por una legislación que favorece a las importaciones y destruyen al agro nacional. Los grandes perdedores de esta desprotección son los ganaderos de leche (180mil), los productores de maíz (170 mil) y caña de azúcar (15 mil). Incluso el Estado también pierde porque deja de recibir una importante suma porque las agro importaciones están libres de impuestos. Es una política que no entendemos. La eficacia de toda política pública exige su constante monitoreo regla, básica de un buen gobierno, pero en nuestro caso su ausencia es una constante; la producción agraria sigue el lento pero seguro camino de pauperización. Con la crisis del covid-19 esto se acelerará.  En suma, la política pública sólo está sirviendo como instrumento para grandes ganancias por parte de los grupos dominantes del mercado agroalimentario, a expensas del productor, consumidor y del propio Estado.

En este contexto ¿Cuáles serán las consecuencias de la crisis de la pandemia del covid-19 en el agro peruano?

Las consecuencias y la crisis en el agro en el corto plazo no se van a sentir por cuanto hay una oferta de cosechas garantizada de la campaña anterior. El tema es qué lo que va a pasar si es que no se sigue atendiendo como se está haciendo ahora para la campaña grande que empieza en agosto hasta julio del año próximo, su atención de manera urgente es lo que evitaría un colapso de la seguridad alimentaria interna.

El Gobierno ha implementado el Programa de Garantía del Gobierno Nacional para el Financiamiento Agrario Empresarial  FAE– Agrario para enfrentar la crisis del covid-19. ¿Cuál es su opinión al respecto?

El FAE Agrario de 2 mil millones de soles, más 200 millones de soles del Fondo Agro Perú para atender las necesidades financieras del agro dado el impacto del covid, resulta insuficiente en cantidad y resulta preocupante la forma como se planea atender al agricultor con un Banco Agrario desarticulado, ineficiente y de alto costo; por ejemplo, los costos del crédito serán muy altos, y el FAE Agrario para el pequeño agricultor se resume en  una exclusión de alrededor de 500 mil agricultores, 1 millón de hectáreas  que no tendrán créditos para arrancar su campaña de Agosto, se traducirá en una menor oferta de granos y cereales que es la base de importación agro alimentaria que tiene el Perú, de no corregirse, en el monto necesario y los canales adecuados de atención oportuna,  el año próximo, el Perú va a sufrir un impacto muy fuerte con un gran incremento de la importación agroalimentaria y afectando a las mayoría nacionales que son los que más sufren de estos desequilibrios.

¿Esto significa que la solución al colapso de la producción agraria nacional por el covid-19 serán más importaciones, algo para lo cual ya hay una base legal? ¿Cómo destruyen la producción agraria nacional las agro importaciones?

El acelerado crecimiento de las importaciones agro alimentarias es un tema preocupante por sus implicancias negativas en la estructura productiva, más cuando es sabido que las deficiencias productivas, están asociadas a la carencia de servicios requeridos para una producción competitiva. Por el lado de la comercialización interna de los principales productos de consumo masivo, ésta es asimétrica con dominancia de algunos grupos económicos ligados a la importación-producción y comercialización. La importación de productos agrícolas subsidiados es una realidad que repercute negativamente en la producción interna pero representa mayores ganancias para quienes están ligados a la comercialización/importación y transformación (ensamblaje) caso de pollos, lácteos y azucares. Lejos de aplicar una política de compensaciones para hacer frente a importaciones subsidiadas, el Estado unilateralmente opta por liberalizar el mercado agroalimentario, reduciendo el único mecanismo compensatorio existente, como es la aplicación de los derechos al valor. A partir de mayo del 2015, el Estado decidió rebajar hasta un máximo del 20 % la aplicación de los D.E. para el maíz, azucares y lácteos importados; su argumento era inducir a una transferencia -vía precios – al consumidor de 500 millones de soles; esta desprotección, no hace más que agravar la situación agraria sometida al extremismo del libre mercado como se inicia el 2008 con la eliminación total de los aranceles a la importación agroalimentaria.

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