PORTADA HISPANA.-
Los partidos políticos surgieron sustantivamente en Europa en el siglo XIX, aunque los primeros atisbos provienen del siglo XVIII. Se dice que los partidos políticos son el resultado del quiebre de la sociedad feudal y del surgimiento de la sociedad industrial ya que el mundo burgués requería de nuevas formas de organización política que los representaran en el parlamento y que sustituyeran a las tradicionales organizaciones políticas estamentarias o corporativas. De acuerdo con Pablo Oñate la aparición de los partidos se registra en Inglaterra a partir del siglo XIX «cuando la política deja de ser un asunto en el que solo interviene una pequeña minoría, para constituirse en las organizaciones que mediarán entre el poder político (el Estado) y las masas de un “público ampliado”; mientras que Maurice Duverger señala que estos tienen su origen en 1850.
En Inglaterra, los obreros se organizaron en defensa de su empleo y para ello se valieron de un movimiento político denominado «ludismo», derivado del nombre de su líder Ned Ludd. Posteriormente, constituyeron la primera organización política de trabajadores que luchaba por la ponderación de mejoras del sistema social y político de Inglaterra. Su principal logro fue la obtención del sufragio universal.
En Francia, la Revolución Francesa trajo consigo un cambio histórico en la forma de gobierno. Se emite una constitución y se instituye un gobierno conformado por tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, siendo los miembros de los dos primeros electos por mayoría. Además, la división entre los revolucionarios triunfantes gestó la aparición de dos partidos entre la burguesía francesa: (i) los girondinos provenientes de la alta burguesía industrial y comercial que buscaban reformas moderadas y cuyo líder era Condorcet, y (ii) los jacobinos provenientes de la baja burguesía que pretendían el establecimiento de un régimen republicano y cuyos líderes eran Danton, Robespierre y Morat.
En Estados Unidos, se inicia el debate sobre los partidos políticos una vez lograda su independencia, ya que en un primer momento estos fueron concebidos como facciones. Posteriormente, los partidos políticos solo tomaron carta plena de naturalización como organismos de derecho público hasta que se produjo su constitucionalización después de la Segunda Guerra Mundial». Al respecto Giovanni Sartori afirma que todavía existen muchos países en los que los partidos son considerados como asociaciones privadas, sin ser reconocidos en la Constitución.
De acuerdo con Francisco Paoli Bolio, tres son las teorías sobre el establecimiento de los partidos políticos modernos. La primera resalta la condición del desarrollo histórico y sostiene que su aparición es el resultado de un conjunto de factores tales como el reconocimiento del derecho al voto, el establecimiento de los sistemas electorales, la formación de los sistemas parlamentarios y la expansión del derecho a votar. La segunda teoría considera que el surgimiento de los partidos políticos se da a partir de la vigencia de normativa que permita el ejercicio de los derechos de reunión y de libre asociación. La tercera teoría explica que los partidos políticos son producto de una revolución o ruptura de las sociedades tradicionales (modernización económica o cultural, o ambas).
En América Latina, los partidos aparecieron en una primera etapa con influencia del sistema norteamericano, en la que se desarrollan sistemas bipartidistas. Luego, la influencia fue preponderante mente europea. Los primeros sistemas bipartidistas (liberales – conservadores) surgieron entre las independencias del siglo XIX y principios del XX y se trataron de partidos oligárquicos o dominados por un grupo con recursos e influencia en la sociedad que generalmente encubrían cacicazgos o caudillos, quienes eran sus verdaderos líderes. Los partidos políticos socialistas y comunistas que buscaban organizar a los obreros surgen oficialmente a principios del siglo XX, antes solo existían grupos mutualistas de apoyo en los que los anarquistas lograban penetrar». Durante esta primera etapa, los partidos políticos en tanto organizaciones sociales permanentes y democráticas no existieron o fueron muy débiles, debido a la intervención militar. Luego surgieron partidos por influencia e inspiración de caudillos militares así como los partidos radicales que se caracterizaban originalmente como liberales pero que exigían con prepotencia el ejercicio del voto y se oponían a un centralismo exagerado. Después, surgieron los partidos populistas que organizaban a la clase media, que contaban con el apoyo de movimientos campesinos y obreros, y que se incorporaban indirectamente al proceso político a través de sus organizaciones gremiales o profesionales.
Posteriormente, la mayoría de dichos partidos populistas fueron sustituidos, disueltos o desvanecidos por golpes castrenses. En las últimas décadas del siglo XX y la primera del siglo XXI se registró una crisis de partidos políticos. Por ello, actualmente, son pocos los países en los que funciona un sistema de partidos de manera más o menos estable y articulada.
