Por Oscar Manuel Rodríguez Ochoa, “Luy”*

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Estamos viviendo una etapa única en el proceso transmutativo de Gaia, luego de miles de años de desarrollo humano y planetario, en los procesos cuánticos que ha experimentado nuestra evolución. Venimos a este planeta a vivir múltiples realidades por libre albedrío y nos situamos en medio de una turbulencia energética, de una lucha entre seres positivos y negativos en donde nuestra civilización transita hacia realidades multidimensionales dentro de una transmutación continua y perfecta.

Desde el comienzo de los tiempos nuestro planeta ha integrado en su historial ataques permanentes de razas invasoras que se han mantenido aquí con fines controladores y de esclavitud, haciéndose ver como los amos y dueños de nuestro mundo con fines de absorción y alimentación energética. Es por ello que el comienzo de la era humana dio cause a su composición integral, genéticamente manipulable, dentro de cuerpos limitados en la generalidad de sus estructuras.

El llamado «velo del olvido» también forma parte de las realidades para la coexistencia en esta tercera dimensión. Por lo cual el despertar a lo que está más allá de lo que nuestros procesos mentales perciben, se integra a la ruptura paulatina de dicho velo para transitar al recuerdo de lo que nos pertenece como seres de luz.

Hoy en día la densidad planetaria es parte de las realidades que el colectivo humano lanza al universo. Los denominados «controladores» actúan a respuesta del salto cuántico que la sociedad humana está dando. Saben que su hora de partir ha llegado, por lo que están dando sus últimos «coletazos».

Las programaciones mentales son la vía que emplea el gobierno en la oscuridad para desencaminar a la población mundial de su desarrollo espiritual, es así que sobredimensionando el tema llamado «coronavirus,» codifican mentalidades para crear la realidad pandémica y bajar la vibración de las personas. Es importante comprender que el Covid 19 es un virus de muy baja vibración, por lo que solo el sector de la población que está a esos niveles es el que en términos reales esta propenso al contagio.

 El miedo que se ha generado es causa principal de las bajas vibratorias, y para ello los gobiernos al servicio de los manipuladores y como parte de este sistema de control, son quienes propagan el temor haciendo uso de los medios de comunicación en todas sus modalidades. Por lo cual las cifras que se expresan como víctimas de la epidemia también forman parte de esta realidad creada.

Todos están en su propio proceso evolutivo, y quienes vibran con la información generada en esta matrix, responden a su propio nivel de consciente el cual es perfecto.

Es así que manteniendo una óptima vibración nos libera no solo de este virus, sino también de cualquier enfermedad al estar nuestras células y átomos funcionando con luz plena. Por ello mientras la información difundida  promueve estados alterados de conciencia, el estar interconectados con nuestro centro-corazón, y a la vez alineados con el cosmos y la madre tierra, nos lleva a planos sutiles con los cuales logramos acceder a frecuencias que renuevan nuestras energías y nos empoderan de la luz en el fondo de nuestros cuerpos paralelos a través de la conexión con nuestro doble cuántico.

El planeta está claramente dividido entre los que viven en la tierra vieja de matrix-tercera dimensión y aquellos que transitan ya en la tierra nueva-quinta dimensión. Este desdoblamiento terrestre hace que la humanidad experimente vivencias diametralmente opuestas entre uno y otro sector. Es preciso decir que son marcadamente los menos quienes vibran en las nuevas realidades, aún lejos de alcanzar el uno por ciento de los habitantes, sin embargo, el despertar de conciencias lleva un proceso aceleradamente ascendente y promete en breve lapso situarse numéricamente en espacios que conlleven y encausen a los seres de luz a integrarse masivamente en la línea temporal libre de la dualidad y desarrollando experiencias compenetradas en la luz, la paz y el amor.

Es justo en la quinta dimensión, donde la humanidad ve reflejada en su nueva realidad el descubrimiento de nuevas capacidades psíquicas y la comunicación con entidades de luz, así como también otras formas de alimentación mediante energías solares y terrestres, interacción mediante la telepatía, respiración pránica, percepción intuitiva, conexión con el yo superior y su apertura espiritual.

Saber quiénes somos en el interior es la ventana de expansión al universo del cual no solo formamos parte, sino que como fractales en la divinidad, somos creadores y co-creadores del universo haciendo uso de nuestra manifestación multidimensional como viajeros cósmicos que partimos de las más elevadas esferas astrales para transitar por los senderos infinitos desde la fuente creadora, en constante evolución, con múltiples experiencias cósmicas y espirituales.

* Profesor titular de “Dibujo Humorístico” en la Universidad de la República Mexicana y Director General del Círculo Mundial de Caricaturistas, Dibujantes e Ilustradores de la Agencia Mundial de Prensa de Nueva York

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