Por ABIGAIL GARCIA DIAZ

Les daré una opinión que muestra y expone a la luz la otra cara que ESCAZÚ trae consigo si de desarrollo y lucha contra la pobreza hablamos. 

La lucha contra la pobreza extrema y el hambre es el primer Objetivo De Desarrollo Sostenible (ODS) pero desde donde se diseñan cada una de las estrategias para luchar contra este abrumador enemigo, no se pone en escena la verdadera condición en la que se encuentra cada poblador Amazónico y la sentencia que se le da a nuestros jóvenes y niños(as) a repetir el penoso ciclo que la falta de acceso a oportunidades para mejorar sus condiciones de vida genera.

No estoy en contra de iniciativas que promuevan la conservación de nuestra Amazonía, sus riquezas, recursos, cultura y su gente. Pero dar paso a un acuerdo en el que nuestro estado pierda la soberanía sobre su propio territorio; y estar condicionado a intereses y políticas de organizaciones independientes, que prácticamente estaríamos desnacionalizando a la Amazonía, para ponerla bajo dominio de aquellos que no van a permitir que el estado o los Gobiernos locales puedan ejecutar proyectos como conectividad energética y vial; y decidirán como y donde invertir. Porque no van al compás de sus políticas e intereses, negará darle la oportunidad de conectar nuestros pueblos y las brechas sociales como desnutrición infantil, anemia, muerte materna, embarazo adolescente etc. Seguirá siendo tocado en las diferentes agendas como prioridad; pero sin efectos positivos a pesar del gran esfuerzo que pone el personal asistencial de los puestos de salud de comunidades como Puerto Porvenir en el distrito de Balsapuerto, uno de los distritos más pobres del País y que alberga en su territorio una gran riqueza biológica y un alto potencial Turístico.

Declarar la intangibilidad de nuestra Amazonía en su conjunto me genera cierta tranquilidad pero también incertidumbre y gran preocupación. Haber llegado a comunidades como Angaísa en la zona limítrofe de Loreto y San Martín, Nuevo Paraíso en el Valle del Shishinahua del Distrito de Santa Cruz y podría seguir mencionando a cada comunidad del Departamento de Loreto;  pero solo las menciono como referencia, porque estoy segura que cada uno de los promotores de acuerdos como ESCAZÚ, no las conocen ni en fotografías y mucho menos sabrán el vía Crucis que con amargura recorren nuestros hermanos de esta zona de nuestro país en época de vaciante de nuestros ríos;  llevando en sus hombros productos de pan llevar hacia el mercado de la ciudad, donde comerciantes rematistas ni siquiera pagan un precio justo pero tiene que retornar a casa con insumos de primera necesidad porque debido a la distancia y falta de acceso no puede evitar esa larga travesía.

Acuerdos como este;  nos quita la esperanza de seguir soñando que a futuro podamos conectar a Iquitos hacia la costa por ejemplo. Seguiremos aislando a miles de jóvenes que no tienen acceso a seguir estudiando el nivel superior y en el peor de los casos la gran mayoría no terminó la secundaria; es más, ni la inició porque un colegio se encuentra a muchas horas de viaje en canoa o peque peque, seguirán sumándose a la triste cifra de las muertes maternas a efectos de la atención no inmediata a causa de la falta de fácil y rápido acceso, por posturas extremas de ambientalistas, que promueven iniciativas que mientras estén en vigencia y mantengan a algunos dirigentes bajo ciertos privilegios, ellos seguirán ganando de ONG’s y diferentes organismos internacionales a los que no debemos otorgarles ese poder.

Por muchos años nos han arrebatado la esperanza, nos arrebatado los sueños y anhelos de millones de jóvenes que no han tenido acceso a Salud y Educación, sin poder siquiera manifestarse porque son representados por aquellos que se hacen llamar dirigentes, que lucran a su favor sacrificando el futuro de nuestros jóvenes, condenando a ser gobernados por ajenos a la vivencia diaria, solo tienen grados académicos relacionados a la gestión de la Amazonía y que solo lo estudiaron teóricamente desde sus aulas, viendo la realidad amazónica a través de una pantalla y conocen nuestro territorio vía Google Maps.

El estado Peruano debe ser el responsable directo y   sobre la gestión de todo su territorio. Hace falta instaurar políticas claras y ser minucioso en la ejecución de cada iniciativa sin tolerar atentados contra nuestra biodiversidad.  Existen mecanismos para mitigar la depredación de nuestra Flora y fauna; que en términos legales nos dan garantías de que si podemos hacer carreteras para conectar nuestros pueblos pero; sin dejar de lado la seguridad jurídica que hace prevalecer la identidad cultural y derecho a la administración de recursos que tienen cada una de las comunidades nativas de las sesenta y cinco etnias de nuestra privilegiada y soberana Amazonía. A nivel del mundo tenemos muchos ejemplos; pero, como referencia tomo a la interoceánica que atraviesa el territorio del Área de Conservación Regional Cordillera Azul (ACRCA) del departamento de San Martín para poder concluir en el destino final que es La Perla del Huallaga – Yurimaguas. Ese, es un claro ejemplo de que podemos tender caminos sin depredar, que si podemos lograr tener un equilibrio entre la conservación y el hombre marcando estándares, que se tienen que cumplir y en un futuro no muy lejano podríamos concluir que el poblador amazónico; sí logró armonizar el componente Social, Económico y Ambiental dando paso al desarrollo sostenible;  teniendo un panorama con un enfoque integral, inclusivo e igualitario donde banderas y colores políticos miren hacia un solo horizonte; y existan coincidencias para poner en práctica la estrategia, inteligencia, visión y decisión de defender intereses de aquellos que nos reciben con alegría en sus comunidades; y por más alejados que se encuentren de las grandes ciudades aún conservan la esperanza que en algún momento los políticos lleguemos a acuerdos y consensos donde se vigile y se salvaguarde su futuro; y no de organizaciones que siendo independientes a la soberanía de nuestro país pretenden tener dominio absoluto; como joven amazónica que en el transcurrir de mi vida no solo viví y conocí las necesidades que sufrimos sé que ESCAZÚ no es la solución.

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