(Bnamericas. Lunes, 21 septiembre, 2020) Tras el fallido intento de los legisladores peruanos de destituir al presidente Martín Vizcarra, la calificadora S&P anticipa que continuarán las tensiones políticas mientras el país se prepara a celebrar elecciones presidenciales en abril.

De tendencia de centro, Vizcarra no será candidato y un gran signo de interrogación se cierne sobre quienes competirán por la máxima magistratura.

Perú no es ajeno a la agitación política y en los últimos años las turbulencias generadas en el Congreso ha asestado duros golpes al país exportador de commodities.

«Esperamos que las tensiones políticas continúen antes de las elecciones del próximo año, en abril», indicó Livia Honsel, directora asociada de S&P, en una teleconferencia organizada por la calificadora.

«Esta elección será importante desde el punto de vista calificatorio. En los últimos años ha sido común ver candidatos externos postularse en las elecciones peruanos”.

Incluso si gana un candidato relativamente desconocido, como están las cosas actualmente, se prevé la continuidad de la política macroeconómica.

“Los compromisos con políticas fiscales prudentes han continuado a pesar de los cambios de administración”, añadió Honsel. “Nuestra evaluación institucional actual sobre Perú se basa en esta continuidad de la política pragmática del Gobierno peruano, sea quien sea el presidente”.

Un riesgo para la calificación ‘BBB+’ con perspectiva estable es que la próxima administración introduzca cambios importantes en la política económica que erosionen su perfil.

Vizcarra fue sometido a juicio político por sus vínculos con un cantante investigado por contratos de gobierno.

El mandatario negó cualquier ilícito y calificó las motivaciones políticas como un «complot».

Anteriormente se impuso en una batalla política de alto riesgo al disolver el Congreso en 2019 como parte de un ofensiva anticorrupción.

Vizcarra no cuenta con el respaldo de ninguno de los partidos representados en el fragmentado Congreso Nacional. Lo que sí tiene, sin embargo, es el apoyo popular, con más de 50% de la opinión pública que respalda su gestión a pesar de la crisis sanitaria derivada de la pandemia. Hasta el momento el país contabiliza 31.000 muertos y más de 762.000 contagiados y está sumido en una profunda recesión económica por las medidas de confinamiento.

Como la mayoría de los países de América Latina, Perú registraría una considerable contracción del PIB este año. La calificadora Moody’s estima que su crecimiento rondará el 8% el próximo año y superará a Brasil, México, Colombia y Chile, según el diario estatal El Peruano. La suerte económica de Perú está estrechamente vinculada a los precios de las principales exportaciones de cobre y oro, que han mostrada una tendencia al alza desde marzo.

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