Por Oscar Manuel Rodríguez Ochoa, “Luy”*

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La actual situación por la que atraviesa nuestro mundo ha puesto en jaque a miles de familias. El tránsito a un despertar humano de un importante porcentaje de los que aquí habitamos, hace que los planes de la oscuridad cobren un mayor ímpetu para el control poblacional ante todo el cúmulo de desinformación que los medios han promovido exageradas cifras de los supuestos infectados y victimas mortales del coronavirus.

Todo indica que entre más energías de ascenso se alojan en Gaia más se acentúan las programaciones mentales de los que pretenden perpetuar su poder planetario. La intensa lucha entre luz y oscuridad está llegando a un punto álgido, donde habrá una culminación de las razas involutivas, la cual se cree termine en un cerrado enfrentamiento entre ellas, marcando el término de una época de  dualidad conocida desde tiempos ancestrales y que anunció el nacimiento de la nueva tierra como parte del proceso evolutivo de nuestras realidades planetarias.

Lo que actualmente estamos viviendo marca una clara división entre aquellos que permanecen anclados a la tercera dimensión en medio del caos creado por el inconsciente colectivo sin dar señales de un verdadero cambio interno y los que están experimentando vivencias orientadas al despertar humano encaminado hacia el  acompañamiento transmutacional de nuestra madre tierra, muchos de los cuales han dado transformaciones que van desde nuevas formas de percepción en  su entorno hasta observar el desarrollo de sus capacidades psíquicas.

Las llamadas pruebas Covid arrojan en gran medida resultados engañosos, que aunado con la propagación del miedo dan como resultado creencias alejadas de una realidad palpable de los que piensan  ser portadores de virus. El subconsciente se programa para trabajar creando sintomatologías que afectan notoriamente la frecuencia vibratoria de las personas, esto genera que el individuo de aceptación a algo que solo se ubica en su mente por lo que  se desalinea de sí mismo  apartándose de su esencia como ser de luz y cayendo en mentalismos que crean pánico y temor.

Es preponderante destacar que lo que nos corresponde es estar situados en nuestro centro-corazón, así como estar conectados tanto  con el cosmos como con nuestro planeta, abriendo nuestra alma y cuerpos luminosos. El bicho promovido se localiza en bajos niveles de vibración por lo que al estar infectada  determinada  persona origina que descienda su frecuencia vibratoria. La desinformación mediática es la principal causa de dichas bajas frecuencias.

El estándar vibracional de los seres humanos está en niveles muy por encima del coronavirus. Las personas más vulnerables son aquellas que tienen padecimientos de salud, personas con las defensas bajas, muchas veces adultos mayores, y los que sufren de depresión, ansiedad y miedo.

Estamos en medio  de un sendero de aprendizaje constante que nos enfila a hacer transformaciones internas para prepararnos a enfrentar nuevas formas de vida. Es el caso de que en un tiempo no muy lejano estaremos ante  la magna oportunidad de acceder a una etapa que cambiara por completo nuestras particulares maneras  de existencia. El salto cuántico de gaia abre nuevas rutas para la convivencia colectiva, todas ellas direccionadas hacia la luz y paz de nuestra civilización como parte de las realidades encumbradas en la llamada quinta dimensión.

Este importante paso cósmico es llevado a la par por las experiencias energéticas que se dan permanentemente entre los habitantes  y por lo cual nuestra tarea  es dar un acompañamiento a partir de nuestra elevación frecuencial dejando a un lado todo individualismo y conjugando la pluralidad  de la que somos parte integral mediante nuestra unión fraternal.

El principio del amor es nuestra energía en la coexistencia cocreativa en cada acción que emprendemos. Ser conscientes de lo que somos nos empodera como semillas estelares y abre los caminos de expansión en nuestras respectivas misiones al estar  encarnando  los cuerpos que ocupamos.

La sutilidad y luminosidad de nuestros campos energéticos en el  permanente contacto holístico  de  alma y corazón nos conecta como seres y nos propaga en la conexión con el todo absoluto a partir del estrecho vínculo con la fuente de la creación.

La fraternidad demostrada por nuestros hermanos de luz mediante el apoyo a nuestra madre tierra en momentos definitorios  es claro ejemplo de la amalgama universal existente entre  las entidades que se entrelazan  para dar testimonio  de los ideales comunes como un colectivo cósmico en favor de la luz infinita emanada por el padre-madre absoluto.

* Profesor titular de “Dibujo Humorístico” en la Universidad de la República Mexicana y Director General del Círculo Mundial de Caricaturistas, Dibujantes e Ilustradores de la Agencia Mundial de Prensa de Nueva York

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