Comienzo lamentando el fallecimiento de un político de talla como Luis Bedoya Reyes, me sumo a las condolencias para su familia, pero siendo la muerte lamentable, son pocos los políticos en nuestro país, que el pueblo lamentaría su fallecimiento.
Cesar Ortiz Anderson
Presidente de Aprosec
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El Perú vive los peores momentos de su historia a causa de la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Pero esta crisis podría convertirse en algo incluso peor si las autoridades del gobierno del presidente Sagasti siguen permitiendo que el caos y la anarquía se apoderen del país, Vizcarra sentó las bases de una debacle y Sagasti solo las está continuando, pareciera el capitán del Titanic, que solo espera que se hunda, pero sin duda ellos estarían en algunos de los botes, ya demostrado con la puesta de vacunas.
El paro de transportistas es el peor de los últimos 10 años, sólo comparable a las protestas del paro amazónico del 2009 o a las protestas en el sur de junio y julio del 2011 que forzaron la movilización del ejército boliviano a lo largo de toda la frontera con Perú.
La paralización de los trasportistas está siendo acatada en todas las regiones y provincias del Perú y ya está teniendo serias repercusiones que afectarán gravemente a toda la población. Lo más grave es que este paro de transportistas puede ser el inicio de una espiral de violencia social que ya viene en escalada desde noviembre del 2020 con la vacancia de Vizcarra y el nombramiento de Merino como presidente del Perú. Luego esta escalada continuó durante todo diciembre con la toma de carreteras por parte de los trabajadores agrarios al sur y al norte de Lima respectivamente, protestas que no pudieron ser contenidas por el nuevo gobierno de Sagasti ni por los esfuerzos del Legislativo. Sólo la llegada de la segunda ola del coronavirus en el Perú a inicios de enero del 2021 pudo poner fin a la huelga y toma de carreteras de los trabajadores agrarios.
Las razones sociales y políticas que subyacen por debajo de las causas meramente coyunturales de estas protestas son producto de décadas en las que se acumuló la desigualdad social, la exclusión, la marginalidad, el descuido del Estado y el Gobierno Central, condiciones que ni la oficina de Conflictos Sociales de la PCM ni sus mesas de diálogo supieron resolver en sus causas y en sus orígenes, acertando tan sólo en soluciones temporales que sólo beneficiaron a las gestiones de turno pero que nada hicieron por dar solución a los problemas de fondo.
REGRESAN LOS FANTASMAS: EL CORONAVIRUS DESTAPÓ LAS MENTIRAS DEL ESTADO
La crisis originada por la pandemia del coronavirus ha expuesto en carne viva todos esos problemas estructurales que son consecuencia de años de abandono e ineficacia del Estado. El coronavirus ha traído abajo todos los paños fríos y tapaderas que las Mesas de Diálogo de la PCM pusieron a todo conflicto social producido en la costa, sierra y selva del país en los últimos 20 años. Regresan los fantasmas del Arequipazo, el Andahualazo, el Moqueguazo, Bagua, Conga, Ilave, Juliaca, Espinar, La Convención, etc. El hambre, la muerte, el miedo, la desesperanza, el desempleo, se han apoderado del pueblo peruano y las actuales autoridades se muestran incapaces para detener esta espiral de convulsión social, no hay una adecuada gestión por parte de este gobierno por encargo, pareciera que Sagasti se han resignado a que las cosas sucedan y que el mes de Julio llegue rápido para entregar el cargo.
El paro de transportistas ya está ocasionando escasez de alimentos y el aumento en un 100% de los precios en los mercados de abastos de la ciudad capital. Si algo le falta a esta crisis para acabar con un ciclo de 30 años en la historia del Perú es el regreso de la inflación. En estos momentos ya hay desabastecimiento de combustible a nivel nacional.
El gobierno de Sagasti se encuentra paralizado por el temor –justificado ante lo inminente- a que la represión de las fuerzas del orden genere más violencia y contribuyan a que la espiral siga en ascenso. Lo cual podría ser un grave error debido a las circunstancias de convulsión social previas a las protestas y debidas a la crisis de la pandemia.
DESBORDE SOCIAL: SAGASTI NO ENCUENTRA SU LUGAR EN LA HISTORIA DEL PERÚ
Es decir, estas protestas que en apariencia son producto de la inconformidad de la ciudadanía con el nombramiento de Merino como presidente (noviembre), los reclamos laborales de los trabajadores agrario (diciembre) y los reclamos de los trasportistas (marzo) son en realidad las primeras manifestaciones de desborde y convulsión social que tienen como origen el grave daño causado a la población por la pandemia global al que se suma el desmoronamiento del andamiaje del discurso del Estado que durante años engañó a la población peruana con el cuento de “la clase media”, “el advenimiento del Perú al primer mundo de los países desarrollados”, “el fin de la pobreza en el Perú”, etc.
Desde esta perspectiva el gobierno del presidente Sagasti aún no encuentra su lugar en la historia del Perú y es probable que jamás lo encuentre porque sigue siendo la continuidad simple y pura de un periodo de gobierno de dos presidentes nefastos para el país: PPK, que ya está bajo arresto domiciliaria, y Vizcarra que enfrenta un pedido de prisión preventiva de 18 meses por la Fiscalía.
El momento en la historia del Perú al que se está enfrentando el gobierno de Sagasti no tiene antecedente sino en los peores momentos del Perú que nos remiten a los años de la Guerra con Chile y ha de tener la talla de un Piérola o de un Cáceres para enfrentar lo que se viene, de lo contrario corre el riesgo de sumir al país en la anarquía y el desborde social.
La mala gestión del gobierno en el sector Interior, problema que se arrastra también desde hace años debido al desgobierno que rige sobre la Policía Nacional podría ser el toque final a este ciclo de 30 años en la historia del Perú que se inició con el autogolpe del 5 de abril de 1992 y la caída de Abimael Guzmán.
Finalmente, los candidatos tienen que entender la gran responsabilidad de asumir el Gobierno con todos los problemas que son Importantes y Urgentes.
