FOTO: Mariana Bazo

(DW 8 / 04 / 2021) «Cualquier cosa puede pasar”, predicen distintos medios peruanos sobre el resultado de las elecciones generales de este domingo (11.04.2021) en el país andino. En los últimos días, las encuestas han seguido constatando el gran desinterés de la población por las elecciones, una de las más inciertas de la historia de Perú. El escepticismo creció el miércoles debido a falsas encuestas que circulaban en redes sociales, en un país en el que está prohibido publicar sondeos una semana antes de los comicios.

Alrededor de 25 millones de peruanos están llamados a elegir a un nuevo mandatario, un nuevo Congreso y nuevos representantes para el Parlamento Andino. Según los últimos sondeos del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) e Ipsos Perú habría un empate técnico entre los cinco primeros lugares. En la encuesta de Ipsos Perú, que se realizó con simulacro de votación de cédula, el centroderechista Yonhy Lescano (10%) lidera la intención de voto, seguido por la izquierdista Verónika Mendoza (9%) y el derechista Hernando de Soto (9%).

En el cuarto lugar empatan con el 8% el centroderechista George Forsyth y la populista de derecha Keiko Fujimori. Más rezagados aparecen el ultraderechista Rafael López Aliaga y el izquierdista Pedro Castillo, ambos con 6% de intención de votos. En dicho estudio, el 25% de encuestados se muestra indeciso o apoya el voto blanco o viciado.

«Falta de representatividad”

De acuerdo con esas cifras, ninguno de los 18 candidatos que hay en total se adjudicará la Presidencia del país, por lo que habrá indiscutiblemente una segunda vuelta pactada para el 6 de junio. Y ninguno de los candidatos que van primeros en las encuestas tendría su pase a segunda vuelta asegurado.

Denisse Rodriguez-Olivari, politóloga peruana de la Universidad Humboldt de Berlín.

«El verdadero problema es la falta de representatividad de los candidatos. No han sabido entender cuál es el reclamo de la población. La población pide educación, seguridad, salud, justicia. Sobre todo en el contexto de la pandemia del coronavirus, en donde ha quedado evidente que el Estado es absolutamente incapaz de atender las necesidades de la población. Para la población, este no es un debate ideológico, es un debate práctico”, señala en entrevista con DW el analista político Alonso Gurmendi, de la Universidad del Pacífico, en Lima.

Por su parte, la politóloga de la Universidad Humboldt de Berlín, Denisse Rodriguez-Olivari, indica que, a pesar de que algunos han caído o subido algunas posiciones, «no hay preferencias claras entre el electorado». Además, pronostica que el «ausentismo en los comicios va a ser bastante alto, porque las condiciones sanitarias realmente no lo permiten”.

¿Elecciones en peligro por el ausentismo?

Si bien en Perú el voto es obligatorio, el temor del hastiado electorado de contagiarse con el SARS-CoV-2 al ir a votar está justificado: en los últimos días se han alcanzado récords de infeccionees en el país, uno de los más golpeados a nivel mundial por la pandemia, con casi 1.600.000 contagiados y más de 53 mil fallecidos. La causa de este drástico incremento de casos se debería a la variante P1, surgida en Brasil. Ante ese enrevesado panorama, ¿podrían anularse los resultados debido a un gran ausentismo?

Ya en las elecciones parlamentarias de enero de 2020, después de que el expresidente destituido Martín Vizcarra disolviera el Congreso, se registró un 25% de ausentismo, sin haber una pandemia de por medio.

En las elecciones de 2016, un 18% del electorado tampoco acudió a las urnas. Ahora, «el ausentismo será el factor sorpresa. No estamos considerando cómo va a jugar este en la elección. Al parecer, un gran porcentaje de la población está pensando si ir o no, y muchos prefieren pagar una multa. No se puede saber exactamente, pero eso sí puede ser un factor determinante que cambie los resultados de las encuestas”, comenta el analista Gurmendi.

Sin embargo, de acuerdo con el representante del Instituto Peruano de Derecho Electoral, José Tello, una elección en el Perú puede llevarse a cabo incluso con 5 millones de peruanos, menos del 20% del total del electorado. «En efecto, no hay nulidad de elección por ausentismo. Ese supuesto no está contemplado ni en la Constitución ni en la Ley Orgánica de Elecciones”, declaró Tello al diario local La República. Además, en el estudio de Ipsos Perú, un 82% de los encuestados indicó que irá a votar, mientras que en el sondeo de IEP, un 92% afirmó que sí votará.

Los votos que no llegarán desde Chile 

Por otro lado, debido a la cuarentena rígida que impuso el Gobierno chileno, más de 115 mil peruanos aptos para votar no podrán ejercer ese derecho. Un detalle bastante importante, teniendo en cuenta que en la segunda vuelta de las presidenciales de 2016, Pedro Pablo Kuczynski se impuso a Keiko Fujimori solo por 42 mil votos de diferencia.

«Después de esa experiencia, que fue una final muy disputada, sí se trata de un bolsón importante de votos. Normalmente, el voto de los peruanos en el extranjero suele ser de derecha conservadora. De modo que esas candidaturas se verían perjudicadas”, recuerda, desde Lima, la politóloga Rodriguez-Olivari.

Un aspecto en el que los especialistas consultados por DW se muestran seguros, pero también alarmados, es la fragmentación que tendrá el próximo Congreso, que haría que se repitan las crisis de gobernabilidad del último quinquenio, en el que hubo 4 presidentes: «Aún más preocupante será la foto final del Congreso. Estamos hablando de un Congreso de por sí ya fragmentado que tendrá, al menos, diez bancadas. Siempre entra un número de estas, luego se van desmembrando y forman mucho más bancadas”, critica Rodriguez-Olivari.

En consecuencia, según el analista Gurmendi, el problema «con un Congreso como el que se viene, que es un Congreso sin una mayoría oficialista, es que pueda terminar con una nueva crisis política, donde el Legislativo tenga amenazado al Ejecutivo, que solamente puede hacer aquellas cosas que el Legislativo le permite”.

En estos últimos días, en general, más que los aciertos, los pequeños errores de los candidatos y sus partidos serán decisivos. Y los postulantes al sillón presidencial intentarán a como dé lugar convencer a ese gran bolsón de indecisos. Por ahora, lo único seguro en Perú sigue siendo la incertidumbre.

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