POR JULIO HERRERA
Pierre Vitteri Contreras – Ciclista Urbano es Técnico Civil con estudios complementarios en Arquitectura y Urbanismo, tiene más de 10 años de experiencia en gobiernos locales y metropolitano en la Ciudad de Lima – Perú, miembro del Staff Técnico de MOBILIS en donde actualmente desarrollan estudios de movilidad y transporte, proyectos de infraestructura cicloviaria, recuperación de espacios públicos, programas de movilidad sostenible, con énfasis en los modos activos de transporte, transporte no motorizado y accesibilidad universal.
¿Cómo ha influido la pandemia en el uso de transportes alternativos?
Su influencia del transporte alternativo, especialmente el de la bicicleta ha sido tal, que paso a convertirse en un modo habitual y permanente de desplazamiento para varios de los habitantes del Perú.
Esto debido a que la bicicleta y otros modos de transporte personal, garantizan que al desplazarte en el espacio público, no tengas un alto riesgo de contagio, lo cual se percibe en el uso de vehículos motorizados, como autos, taxis y transporte público.
¿Cómo se ha multiplicado el uso de la bicicleta durante la pandemia?
Ahora el número de personas que usan la bicicleta para sus traslados urbanos cotidianos ha pasado de menos de 1% antes de la pandemia a 4%, una cifra que ya se nota, y mucho, en el día a día, solo de la ciudad de Lima, según el diario Gestión. Esto va de la mano con el desarrollo e implementación de infraestructura cicloviaria en la Ciudad de Lima, que contaba con una red de 210 km, a la cual ha podido sumarle más de 50 nuevos km de infraestructura y cierres temporales de vías vehiculares de manera dominical para el desplazamiento de usuarios en modos no motorizados de transporte (a lo cual se le conoce como “Ciclovias Recreativas o “Vías Activas”).
A nivel nacional este porcentaje es mayor, debido a que no existe un gran desarrollo en sistemas públicos de transporte, las distancias a cubrir son menores y la bicicleta se adapta muy bien a las topografías y peculiaridades geográficas, siendo también muy accesible para todos.
¿Cuál es el impacto del uso de los transportes alternativos durante el actual contexto de emergencia sanitaria mundial?
Sin duda que usar la bicicleta como modo de transporte alternativo, desde su invención solamente con lleva a tener un impacto positivo sobre la vida de las personas y el medio ambiente. Impacto que durante la pandemia se ha podido evidenciar, ya que, ante el colapso del sistema de transporte público, la bicicleta se convirtió en el modo habitual de transporte por excelencia, reduciendo los contagios en transporte, disminuyendo los niveles de contaminación y emisión de gases, reduciendo el sedentarismo entre las personas y permitiendo la actividad física deportiva como principal estrategia de promoción de la salud recomendada por la OMS, contribuye a disminuir el uso irracional del espacio público durante el desplazamiento y estancia del vehículo, contribuye a reducir los gastos habituales por motivo de uso de transporte público y privado que también las personas debían asumir, contribuyo a la reactivación económica de todos los negocios y emprendimientos que se mueven alrededor de la bicicleta y así solamente podríamos seguir enumerando en todo lo que ha contribuido de manera positiva, en la reducción de problemas y brechas para las personas.
¿Qué tipo de empoderamiento se ve reflejado, con el uso del transporte alternativo? ¿Cómo se da esto en el caso de las mujeres?
Principalmente el empoderamiento de la persona y su autonomía para desplazarse sin riesgo de contagio durante la pandemia, en el Perú y la Ciudad de Lima particularmente, siempre existió una supremacía de usuarios del sexo masculino los cuales, hasta en condiciones desfavorables por la escasa infraestructura cicloviaria e inseguridad, igual utilizaban la bicicleta como modo de transporte alternativo.
En la actualidad, ante la deficiencia y alto riesgo de contagio en el Transporte Público y motorizado en general, ha incrementado las usuarias que vieron en la bicicleta el modo de transporte más versátil, económico, seguro y eficiente para transportarse, surgiendo así también el incremento de colectivos femeninos que contribuyen con la promoción del uso de la bicicleta, el respeto para las usuarias y su seguridad, acción a la cual nos sumamos todos aquellos actores de la movilidad y el transporte de nuestro país, con la finalidad de convivir en armonía y promoviendo, la vida, el respeto, la salud e integridad de todos.
