BLOOMBERG: CONSUMO SE DISPARA

Recuperación desigual en Latinoamérica

(EL TIEMPO 15 / 07 / 2021) Latinoamérica, una de las regiones del mundo con los sistemas económicos más diversos que uno pueda imaginar, se está reponiendo de la crisis económica asociada al coronavirus a muy distintas marchas, mientras unos países están recuperando rápidamente el pulso que tenían a comienzos del 2020 y en lo económico tan sólo lamentarán un año perdido, otros países están muy lejos de la situación financiera de marzo del año pasado, que a pesar de que era mala, vista en retrospectiva resulta ahora puede resultar para no pocos latinoamericanos incluso envidiable.

Las dos velocidades

Se puede decir con poca sombra de duda que Latinoamérica es un continente que funciona, como mínimo, a dos velocidades, a pesar de que la conflictividad social haya aumentado en general por culpa del deterioro de las condiciones de vida.

Países como Perú o Chile se han recuperado mucho mejor que otros como México, Colombia y sobre todo Argentina o Venezuela, a pesar de que algunos de los que se encuentran en peor situación contaban, a priori, con grandes ventajas materiales de cara a soportar mejor el duro golpe propinado por el coronavirus.

Recuperación a pesar de la zozobra política

Aunque tanto Perú como Chile se encuentran inmersos en procesos políticos que generan una gran polarización política (las recientes elecciones en Perú y la apertura de un proceso constituyente de incierto futuro en Chile) en el aspecto económico estos dos países han recuperado gran parte del terreno perdido, algo quizás más esperable del “liberal” Chile, pero quizás no tanto de Perú, que tras un siglo XX en el que su economía fue uno de los patitos feos de Latinoamérica lleva décadas recortando distancias con las grandes economías del continente y presenta hoy uno de los futuros más prometedores de la región.

Según un estudio de BBVA Research, Perú va a crecer un 10 por ciento durante el 2021, lo que dejaría al país andino prácticamente con el PIB de inicio del 2020, al final de cuyo año había perdido el 11,5 por ciento de su PIB. Además, de un artículo del popular diario económico Bloomberg, se extrae que tras la relajación de las medidas de confinamiento y de la mano de las medidas de estímulo del gobierno la demanda de consumo se ha disparado, no ya con respecto al periodo de confinamiento duro, sino también con respecto a la normalidad previa al coronavirus.

Grandes economías en apuros

Y en el otro lado tenemos a países como México o Argentina, grandes países cuyas economías han respondido peor a la pandemia.

Y es que a pesar de compartir frontera con EE.UU., la recuperación mexicana parece estar siendo mucho más endeble de lo inicialmente pensado, ya que la actividad económica se encuentra estancada y grandes porcentajes de trabajadores ven como sus ingresos continúan siendo más escasos que antes de desencadenarse la pandemia.

Aunque nada tiene que ver con la situación argentina, un país al que la pandemia ha complicado una nefasta situación económica que ya venía arrastrando de lejos. Ante la devaluación sistemática del peso argentino, no pocos analistas abogan ya abiertamente por la dolarización del país, algo que eliminaría la inflación a pesar de que dejaría al gobierno sin uno de los instrumentos más populares a la hora de afrontar las crisis en esta parte del mundo; poner la máquina de billetes a funcionar a pleno rendimiento. Sin embargo, y a pesar de que el dólar es uno de los activos más populares del país albiceleste, no vive sus mejores momentos, al menos con respecto a su compañera en el par de forex más popular del mundo, el euro, ya que si se bucea un poco en un bróker online como Plus500, se podrá comprobar que el euro cotiza en este momento sobre los 1,18 dólares, ¿podría este hecho hacer que los argentinos se abran a otro tipo de activos fuertes? Quien sabe.

Por último, para Colombia el propio Banco de la República retrasa la recuperación hasta el 2022, concretamente para finales de ese año, momento en el cual la economía del país se encontrará de nuevo en la situación de principios del 2020. Adicionalmente el gobernador del mismo Banco de la República no espera que la administración Biden vaya a suponer una revolución en las relaciones económicas entre Colombia y los EEUU (ámbito de la competencia del susodicho) a pesar de que políticamente sí que se espere un giro de algún tipo por parte del gobierno.

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