Por Víctor Vásquez Villanueva

Director Ejecutivo de la Asociación Peruana de Exportadores de Granos y Cereales APREGRACE

Agricultura extensiva y el sacrificio de la competitividad.-

La región costera contribuye con el 64 % de la producción nacional de maíz duro mientras que el 36 % restante, está en la región de la selva. Que en promedio producen 1,26 millones de toneladas anuales.

Estacionalidad de la producción: fuerte concentración en cuatro meses del año, representando la de junio – julio el 23 % de la producción nacional; y, el 17 % entre los meses de enero – febrero.

La productividad promedio es de 4,937 kilos/hectárea, indicador que se caracteriza por marcadas desigualdades al interior de los espacios productivos (costa o selva) y también al interior de las regiones productoras (departamentos).

En cuanto a los precios en chacra se sabe que éstos son reflejo de variables como la estacionalidad de la producción, la distancia de los mercados de consumo e indirectamente también de la aplicación del sistema de franja de precios.

Variabilidad que llega al 150,7%, reflejo de la estacionalidad, la desarticulación de los productores frente a los mercados y la ausencia de servicios de pos-cosecha.

Brechas negativas: ¿somos competitivos?

Las variaciones existentes en dos variables claves, como rendimiento y precios en chacra, señalan la existencia de marcadas deficiencias (brechas) en la producción y rentabilidad que terminan por generar baja competitividad; ello es la razón suficiente para la creciente dependencia vía importaciones las que aumentaron en el periodo 2000 – 2020 en 333 %, pasando de 854 mil toneladas a 3,70 millones de toneladas importadas. La variación de rendimientos y de precios en chacra reflejan un 579% para el primero y el segundo con 150%, configurando severas deficiencias técnicas y económicas a las que enfrenta la producción maicera nacional

Tabla. Maíz amarillo duro. Precios y rendimientos (2019)
Rendimiento Precios chacra 
Promedio 4937 0.91 
Valor máximo 10780 1.88 
Valor mínimo 1586 0.75 
Variación % 579.7 150.7 
     

Las brechas confirman la precariedad tecnológica de dicho cultivo.

La brecha negativa productiva queda cuantificada en aquellas regiones productoras cuyos rendimientos son menores al promedio nacional.

Urge debe definir una política pública para el maíz amarillo duro.

La brecha económica es negativa –vía precios en chacra- y es resultado del precario nivel de articulación que han desarrollado los productores frente a los mercados.

En resumen, de los resultados derivados de la existencia de brechas productivas y económicas en el cultivo del maíz, a nivel nacional, se puede concluir que: (a) La brecha productiva impacta en una menor oferta nacional equivalente a 366 mil toneladas de maíz, generando pérdidas (ingresos dejados de recibir) de 334 millones de soles; (b) El 55 % de la producción nacional presenta serias deficiencias de articulación al mercado, que generan pérdidas de 46 millones de soles; y, (c) Los impactos directos e indirectos, resultantes de estas brechas, suman un total de 379 millones de soles, pérdidas que las asumen los consumidores intermedios y finales.

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