Por Julio Herrera
Director de Portada Hispana

En momentos de incertidumbre e inestabilidad internacional debido a la crisis económica post pandemia y a la guerra en Ucrania, en nuestro país no podemos contar con sólidas instituciones democráticas que garanticen la estabilidad política del país. La crisis de gobernabilidad y la vacancia de Presidentes seguirán amenazando la convivencia entre los peruanos.

Hoy cayó detenido Arturo Cárdenas “Pinturita”, hombre de confianza de Vladimir Cerrón en el Gobierno Regional de Junín y en Perú Libre. Horas más tarde la Defensoría del Pueblo emitió un comunicado público dirigido a la Fiscalía de la Nación pidiendo se retomen las investigaciones al Presidente de la República suspendidas en virtud al mandato constitucional que especifica que el Presidente, si bien puede ser acusado durante su gestión, no puede ser investigado ni juzgado sino hasta que su periodo presidencial haya terminado.

En horas de la mañana de hoy lunes la PNP capturó a  Arturo Cárdenas “Pinturita”,  miembro de la presunta red criminal “Los Dinámicos del Centro” y dirigente nacional del partido de gobierno Perú Libre. Prófugo de la justicia, sobre Arturo Cárdenas pesa una orden de prisión preventiva por 36 meses en el marco de una investigación por supuestas contrataciones ilegales en la Dirección de Transportes del Gobierno Regional de Junín que también involucra a Vladimir Cerrón, secretario general de Perú Libre.

Asimismo, horas más tarde, en un comunicado emitido por el defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, se solicita al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez,  que se reanuden las investigaciones al presidente Pedro Castillo, suspendidas por la anterior fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos. Mientras, en el marco del caso investigado por la Fiscalía del cual fue excluido el Presidente de la República, el ex asesor del Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, bajo orden de detención, continúa en situación de “no habido”, habiendo pasado a la condición de “prófugo de la justicia”.

De esta forma, con una alta política judicializada, es decir, tanto los líderes del partido de gobierno Perú Libre (Pedro Castillo y Vladimir Cerrón), como los líderes del principal partido de oposición Fuerza Popular (Alberto Fujimori y Keiko Fujimori), es de esperar que de no haber otra alternativa entre ambas opciones, al Perú sólo le espera la ingobernabilidad y el enfrentamiento. 

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