FOTO: Hugo “el Cholo” Sotil con la camiseta del FBC Barcelona.

A PROPÓSITO DE “EL NUEVO INDIO” DE URIEL GARCÍA

Por Julio Herrera
Director de Portada Hispana

El presente artículo está basado en “El Nuevo Indio” libro del investigador social cusqueño Uriel García, publicado en 1930. Los términos o categorías corresponden a los conceptos de la corriente intelectual de aquel entonces denominada “indianismo”, diferente del “indigenismo”, más artística y menos objetiva. La vigencia de “El Nuevo Indio” se justifica en la proposición de un proyecto de nacionalidad peruana aún no definido casi 100 años después.

La diferenciación racial como propuesta para definir o delimitar una identidad propia, en este caso del mundo andino, es dejada de lado por Uriel García en “El Nuevo Indio” (“El Nuevo Indio”. García, Uriel. Editorial Rosas. Cusco 1930) en sus aspectos fisiológicos – biologistas para concentrarse en los aspectos culturales, así, el autor insiste en dar énfasis a las cualidades propias del “espíritu” o carácter de la raza india o mestiza en el mundo andino.

Como parte de esta descripción del espíritu y cualidad del hombre andino, el indianista descubre dos realidades aparentemente entrecruzadas, mezcladas: la incanidad y la indianidad.  Lo incaico dice, ha desaparecido y muerto para siempre mientras que lo indiano permanecerá en la cultura  siempre mientras exista el vínculo entre hombre y geografía, entre el habitante del mundo andino y la cordillera de los andes.

Desde esta perspectiva, para Uriel García, lo incaico vendría ser concreción y materialidad de lo indiano, un momento  o una fase concreta dice. Lo indiano sería algo mucho más amplio y abstracto, una cualidad que trasciende la forma y que se encuentra como posibilidad en la historia, de un modo latente dispuesto como inspiración del artista a se concretizado. Lo incaico así, es algo que ya fue terminado, un problema resuelto, un proyecto que se levantó, cayó y que como ideal se mantiene pero no como proceso actual, en cambio lo indiano es un problema no resuelto, es historia ligada a los procesos de la tierra. El incario habría sido un ejemplo de lo que puede ser o de lo que fue el indianismo realizado.

En “El Nuevo Indio” se define la conquista como una tragedia espiritual, una catástrofe sicológica, para el indio y para el europeo, un proceso que no es otra cosa que una merma en la identidad. El período neoindio es la colonia, no es la continuación de la historia de España, ni tampoco la continuación de la historia del incanato. El indio habría optado por dos opciones durante la colonia: subir a las cordilleras a la continuidad de los apus, el espacio vertical, sus pueblos, su “la cueva de su propia alma”.  El otro indio habría asimilado las formas de vida del europeo, entonces para él las montañas y los apus dejan de tener sentido religioso y sagrado.

EL CHOLO Y LA CHOLA, LA NUEVA IDENTIDAD DEL PERUANO.-

De esta manera se sucede una despersonalización del carácter del español y del carácter del indio, una nueva identidad surge entre los dos derivada del vínculo con la tierra con la geografía. Es el paisaje andino el que va tomando nueva fuerza y que obliga a ambos personajes a adaptarse a una nueva realidad: El español se despersonaliza de su herencia hispana y se une espiritual y biológicamente a la india en matrimonio, de esto nacen el cholo y la chola, padres de la nueva indianidad.

El mestizaje espiritual consiste entonces en la consubstanciación del colono español que deja de lado el carácter hispano para adaptarse a los andes, a la vida del campo, con el carácter del indio que lucha por defender su espacio, la continuidad de su identidad racial y de su tradición. Ambos personajes, en “El Nuevo Indio”, se despersonalizan y adquieren una nueva cualidad como consecuencia de la relación con el espacio geográfico.

Para el autor, el virreinato es el período neoindiano. El neoindio es el nexo entre el mundo antiguo del indio y el mundo hispano que se ha andinizado.

UNA CRÍTICA AL AGRARISMO DEMAGÓGICO.-

En “El Nuevo Indio”  Uriel García hace una crítica al agrarismo como medio de redención del indio, el agrarismo, dice, tiene al indio oprimido al suelo, “como una planta”, es lo que le hace siempre siervo. Propone otro tipo de redención para el indio; para el problema del indio, dice, la solución tiene que estar acorde con la marcha de la cultura en general, la redención del indio es entonces consecuencia de la solución del nuevo indio con su pasado a través de una “rebelión” contra las fuerzas externas que lo atrapan, pero esto solo será posible, dice, cuando el indio deje de ser lo que, cuando sea neo indio y cuando pueda tomar por sí mismo las riendas que lo lleven a la solución de su problema, que es el de vivir continuamente en el conflicto y la contradicción .

“El Nuevo Indio” entonces propone básicamente delimitar la identidad del mestizo, del cholo, del indio  y del peruano. Suponen entonces entender la nueva identidad del habitante de los andes a partir del mestizaje cultural que se ha producido después de la invasión española. No profundiza en regionalismos ni en detalles particulares, a pesar de tratar el tema de  los regionalismos no clarifica ni profundiza en detalles los distintos grados de mestizaje cultural que se han producido en los andes. Como uno de los primeros trabajos indianista, “El Nuevo Indio” propone grandes líneas de estudio, muy generales, es conciente a la vez de su propia perspectiva como observador y crítico de la realidad, sabe que no es un indio y que tampoco es un neo indio, por eso señala que la verdadera solución del problema del indio tendría lugar en el propio neo indio y no en iniciativas  provenientes de otros grupos, por ejemplo, como explícitamente lo afirma, proveniente de la burguesía. La perspectiva nos lleva a entender que el neo indio o la nueva identidad del habitante de los andes, es consecuencia del mestizaje cultural entre lo hispano y lo andino (indiano).

UNA NUEVA IDENTIDAD SIN PASADO Y DIFERENTE.-

Se encuentran entonces dos oposiciones contradictorias y antagónicas que en el neo indio se encuentran complementarias e inseparables como una nueva identidad vacía, carente de pasado. El hispano andinizado y el indio conquistado han negado su propia identidad anterior para adaptarse a una nueva realidad en función a su relación con el paisaje, con la tierra, con el mundo del agro. De esta negación de identidad surge el neo indio, el cholo, el mestizo. Pero este mestizaje biológico, donde los dos elementos son complementarios, no tiene igual concreción en lo cultural, el neo indio no hereda la identidad hispana, hereda tal vez la identidad cultural del individuo extranjero adaptado al campo, al trabajo rural, tampoco hereda el pasado incaico, ni la sabiduría ni el conocimiento de las sociedades que se edificaron en este territorio, tal vez herede la decadencia, el repliegue cultural y la regestión al campo, el sometimiento a las nuevas leyes, la aceptación a las condiciones adversas, el desconocimiento e ignorancia a las reglas que lo postran y marginan de la sociedad.

En “El Nuevo Indio” la identidad de esto neo indio se encuentra en el paisaje, en el nuevo reto por enfrentar algo nuevo. La identidad del neo indio no podría mirar atrás, porque no encuentra nada sobre lo que pueda apoyarse, es decir, no quiere mirar al pasado, no quiere conocer su orígen, es pues, un ser carente de identidad. La identidad del nuevo indio se concentra en su presente, en su trabajo con la tierra, en la relación con la sociedad, con el paisaje, con su pueblo, su comunidad, con su aldea, con sus semejantes, la familia, en la relación con la vida urbana. Esta identidad entonces sitúa al nuevo indio entre dos realidades que no le pertenecen pero que son suyas en realidad: el mundo de las cordilleras, del campo y el mundo de la ciudad, lo urbano. Sin embargo el neo indio aprende recién a adaptarse a ambas, se siente más seguro en el campo pero quiere ir a la ciudad, siente un impulso por ir a la ciudad y perderse en ese mundo. A la vez en la ciudad no se siente muy seguro, aprende y en esa dinámica busca y encuentra su doble identidad. De esta forma, lo neoindio se entiende básicamente como una dualidad inseparable entre lo español y lo indio, que ya no son más lo español y lo indio, sino otra cosa, una nueva identidad diferente.

-“El Nuevo Indio”

García, Uriel

Editorial Rosas

Cusco 1930

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