Por Julio Herrera
Director de Portada Hispana

Al igual que la pandemia global evidenció la realidad del sistema de salud peruano, uno de los peores del mundo ante la emergencia del covid con la mayor cantidad de víctimas por millón de habitantes, la guerra en Ucrania también está evidenciando los graves problemas en el sector Energía. La crisis internacional de combustibles empieza a sentirse fuertemente en el Perú. La causa de estas repercusiones de la crisis mundial de energía en nuestro país tiene origen en razones estructurales del Estado peruano, como en las “interpretaciones” que se hace de la Constitución que derivan en consecuencias lógicas de mercado como que la gasolina más cara de América Latina se vende en el Perú. Los proyectos estratégicos inconclusos juegan en contra de los intereses nacionales y también cumplen su rol en esta crisis de energía que ya se siente en el Perú: Para algunos analistas el caso Lava Jato empezó a enredarse desde que la empresa Odebrecht y el Estado peruano no llegaron a un acuerdo en la ejecución del Proyecto Camisea II y el Polo Petroquímico Sur.

El gas de Camisea a la fecha ya debiera estar abasteciendo el mercado peruano de combustible y al mismo tiempo generando una industria nacional basada en la transformación de los hidrocarburos, produciendo economía peruana de exportación y puestos de trabajo.

Ése era el plan peruano para la segunda fase de la explotación del gas de Camisea, incluido en el Plan de Gobierno de Ollanta Humala: La construcción del Polo Energético Sur, que tenía como principal objetivo iniciar la industrialización del Perú. Sin embargo, este proyecto fue desechado en pleno gobierno de Humala, y en vez de su ejecución, el gas de Camisea sería trasformado en energía eléctrica para ser exportada.

FRACASO DEL POLO ENERGÉTICO: YA NO HABRÁ INDUSTRIALIZACIÓN DEL PERÚ.-

La explotación del gas de Camisea en su segunda etapa estaba destinada para el mercado interno y el inicio de la industrialización del Perú. Nuestro país ha sido siempre exportador de materias primas, agrícolas, hidrobiológicas o minerales, lo cual es la causa de su subdesarrollo y pobreza. Las riquezas de los yacimientos de Camisea representaban la esperanza para el Perú pues significaba el elemento base para iniciar nuestra industrialización. Con el gas de Camisea el Perú puede transformar los hidrocarburos en derivados, un total de 240 productos y más de 600 sub productos que darían trabajo a millones de peruanos pues significaría el nacimiento de miles de empresas nuevas generando economía y mercado interno. Este proyecto, en el cual participó Odebrecht, se inició durante el gobierno de Ollanta Humala, pero fue abandonado por la empresa brasilera una vez iniciado el escándalo de Lava Jato. El proyecto ha quedado nulo. Sin embargo, durante el mismo gobierno de Humala, se iniciaron las negociaciones para el tendido de la interconexión eléctrica entre el Perú y Chile para la exportación de electricidad en base al gas de Camisea II.

GAS DE CAMISEA Y HIERRO DE AREQUIPA: LA BASE PARA LA INDUSTRIALIZACIÓN NACIONAL.-

En opinión de Jorge Portocarrero Barreda, ingeniero UNI y Master en Economía por la Universidad de Brasilia, en base al gas de Camisea y la producción de hierro de Arequipa, el Perú ya está ad portas de iniciar su industrialización. “El Gasoducto al Sur ya llegó a Marcona, lo cual nos permitiría, hoy mismo, producir hierro esponja, muy económico, que combinado con la abundante chatarra que se dispone en Perú, producir ACERO.(Aceros Arequipa, tiene una excelente logistica de acumulación de chatarra)”, afirma.

“Reforzando esta situación, en Marcona Shougan ha instalando Centrales a gas, que hoy permiten producir electricidad más barata que la hidráulica. Además de las nuevas Centrales Hidráulicas que entraran pronto a producir: Chaclla – Mozón, Cheves en  Huaura, Pariac en Ancash, entre otras. Los costos de la Energía: Eléctrica y GNV para la industrialización del Perú, están a la vista”, explica.

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