Hoy, el Ministerio de RR.EE. cumple 201 años de creación por decreto del libertador, José de San Martín, encargado de solventar los intereses nacionales en el frente externo. Inicialmente, de la mano de Juan García del Río, primer canciller de la República, y luego, de José Gregorio Paz Soldán, su gran organizador del siglo XIX. Con brillantes diplomáticos como Alberto Ulloa Sotomayor, Víctor Andrés Belaunde, Raúl Porras Barrenechea, Carlos García Bedoya y Javier Pérez de Cuéllar, en el inicio del segundo año de un gobierno de izquierda, Torre Tagle, con 3 cancilleres en ese lapso con decidida vocación por conservar a cualquier precio el statu quo, sigue en caída libre, sin dar cuenta con signos visibles de velar por los intereses de todos los peruanos.
Con el primer presidente rural de nuestra historia republicana los cancilleres pusilánimes en este tiempo no han hecho realidad la política exterior andina ni han exportado las fortalezas de la segunda reforma agraria que nadie entiende dentro y fuera del país. Con un eje de mandatarios dominantemente del progresismo latinoamericano hace rato debieron preparar todo para que el Perú recupere liderazgo regional, pero prefirieron no mover nada dejando todo al destino de las circunstancias. Han creído que preparar viajes al mandatario para reuniones regulares u ordinarias bastaba para justificar sus “esfuerzos”.
Nuestro Servicio Diplomático, que es de primer nivel, jamás ha recibido las instrucciones del cambio conforme las prerrogativas presidenciales establecidas en la Constitución (Art. 118, inc. 11). Tremenda desidia de los cancilleres en medio de una guerra en Europa del Este que sigue encareciendo al planeta y amenazándonos, y sin afianzar nuestro rol en una OEA que nos tiende la mano.
Publicado en el Diario Correo
