PORTADA HISPANA.-

¿Qué significa la salida de Aníbal Torres? Al responder esta pregunta debemos señalar que este gobierno está calificado por las agencias internacionales de credibilidad financiera como “impredecible”, una de las razones de la pronunciada caída de la inversión privada en el Perú en el último año porque lo que requieren los inversionistas para arriesgar su capital  con la mayor seguridad de ganancia es precisamente la predictibilidad que el gobierno asegura en el mantenimiento del orden legal y financiero, estabilidad indispensable para toda inversión. Estas condiciones políticas son las que no se han dado en un año de gobierno de Pedro Castillo caracterizado por la inestabilidad que se refleja en la acelerada frecuencia con la que se cambian los ministros, siendo los sectores de Energía y Minas e Interior además de la PCM los que más inestabilidad demuestran.

Una de las razones de esta inestabilidad e impredictibilidad es la negativa del gobierno a conformar un gobierno multipartidario, plural y de amplia base; por el contrario, los líderes y voceros del gobierno reafirman una y otra vez un supuesto derecho a gobernar en solitario por haber ganado las elecciones generales del 2021. Tal derecho sería reconocible si esta victoria se hubiese producido en 1era vuelta y por un ancho e irrefutable margen. Pero la realidad es que el actual gobierno ganó en 2da vuelta y por milésimas en la votación más ajustada de la Historia de la República del Perú. Bajo estas condiciones, el gobierno busca seguir en esa polarización, afirmando políticamente la división entre peruanos que le da sentido a su discurso demagógico. De lo contrario, ya se hubiese convocado a un gobierno multipartidario, incluyendo a la oposición, gesto inteligente en medio de la actual crisis mundial de una pandemia que continúa y una guerra mundial que económicamente golpea al país con inflación internacional, escasez de energía y alimentos.  

Por esas impredictibilidad e inestabilidad que caracterizan al gobierno es difícil afirmar qué significa la salida de Aníbal Torres. Pero por regla general, la caída de todo Premier siempre ha servido de fusible cuando la imagen del Presidente de la República corre riesgo de caer. Sucede en todos los gobiernos con todos los presidentes.

Es lo que viene sucediendo con la imagen y la popularidad de Pedro Castillo ante la presión  del cerco judicial tendido a Pedro Castillo con Bruno Pacheco, Samir Villaverde y Karelim López y las investigaciones fiscales abiertas  a su círculo más íntimo: la familia, implicando a la Primera Dama, su cuñada y un sobrino.  Frente a este problema, la salida de Aníbal Torres es un desfogue a la presión mediática. El gobierno parece ceder. Un gesto político que se esperaba para Fiestas Patrias pero que al parecer no estaba programado hasta la aparición de Bruno Pacheco.

De todos modos Pedro Castillo se ha subido a una espiral de la cual no podrá bajar hasta haber terminado su gestión debido a las serias acusaciones fiscales que debe enfrentar. El número de acusaciones fiscales, mociones de vacancia y acusaciones constitucionales en su contra equivalen al de un presidente que ha gobernado ya varios años. Pedro Castillo sólo lleva un año en el poder.

Hubo un momento en su gobierno en el que Pedro Castillo pudo haber manejado y controlado el poder, cuando debió haberse dado cuenta que en estos momentos nadie puede gobernar en solitario el país. En ese momento, cuando aún pudo haber renunciado al cargo presidencial con las manos limpias y sin acusación alguna, sin embargo, decidió comprometerse más aún con el poder aferrándose a la responsabilidad del cargo presidencial, reafirmando su alianza con Perú Libre y Vladimir Cerrón, pero también asegurándose para él un liderazgo propio inscribiendo su partido político Magisterial y conformando la Bancada Magisterial en el Congreso. Desde ese momento no hay vuelta atrás para Pedro Castillo.

Ahora Pedro Castillo ya no puede renunciar porque inmediatamente sería detenido debido a los procesos fiscales que lo implican. El camino que le queda es mantenerse en el poder y enfrentarse a la oposición. La salida de Aníbal Torres debe interpretarse en este contexto.

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