Cesar Ortiz Anderson
Presidente de Aprosec
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En política nada es casual y en Perú, adicionalmente no puede haber ingenuidad. Desde la asunción del poder por Pedro Castillo, en mi condición de Presidente de APROSEC realicé campañas para mejorar el deplorable estado de la seguridad ciudadana en el país, lo que significó ser un severo crítico del régimen procomunista y corrupto de Pedro Castillo y de su partido Perú Libre, lo que puede verificarse con el contenido de las decenas de artículos, conferencias y entrevistas publicadas y difundidas en diversos medios de comunicación audiovisual y escrita.
La reacción vengativa del gobierno no se hizo esperar, manifestándose de diversas formas; así, el presente año, formé parte de la lista de regidores con el No. 2 para la Alcaldía de Lima con la Candidata del Partido Frente Esperanza 2023, Elizabeth León.
El JNE, presento una primera tacha en mi contra por un caso de hace más de 25 años, el presunto libramiento indebido ocurrido en una de las empresas que tenía en ese entonces, la tacha es levantada ante el argumento de defensa del abogado Alberto Borea Odria, con lo que quedaba expedito el ejercicio de mi derecho de sufragio y a ser elegido.
Entre gallos y medianoche, como un as bajo la manga, faltando 48 horas para el cierre del proceso de inscripciones, notifican otra tacha sustentada en un caso familiar de hace 38 años, en el que fui querellado por la madre de mis hijas y con ello logran anular mi candidatura, al no poder levantarla por la premura temporal, me privaron de mi derecho constitucional de sufragio y de la oportunidad de servir a Lima en mi condición de experto en seguridad ciudadana, para aportar mis conocimientos y experiencia a favor de la seguridad de la comunidad limeña, frente a uno de los problemas más graves que atraviesa el país.
Ahora, después de la detención del ex presidente Pedro Castillo sabemos los graves niveles de corrupción en algunas instituciones del Estado, así como su modus operandi en materia de criminalidad contra el patrimonio del estado y sus presuntos extraños vínculos con el JNE, donde habrían pagado millonarias sumas para lograr la victoria del partido de gobierno en el último proceso electoral presidencial, siendo pública y notoria la filiación pro comunista del Presidente de dicho órgano electoral, extremo de las imputaciones por corrupción contra Castillo, que aún no ha sido debidamente investigado, ni esclarecido por el Ministerio Público.
Recordemos que en el Congreso de la República, se han levantado muchas voces que exigen la renuncia y/o destitución de los líderes del JNE, ONPE y RENIEC por las gravísimas irregularidades ocurridas en el último proceso electoral presidencial, como condición sin la cual no se pueden garantizar comicios transparentes en el próximo proceso electoral que se realizaría el año 2024
Siendo mí persona sumamente incómoda para el régimen de Castillo, por los diversos artículos y entrevistas publicadas, donde señalaba que nos gobernaba un régimen corrupto e incapaz, resulta más que evidente que las consecutivas tachas en mi contra constituyen hechos abiertos de una venganza política, que logró excluirme del proceso electoral.
Baste recordar que han sido elegidos y nombrados actualmente regidores que llevan tras de si un nutrido prontuario, con procesos penales por graves delitos en curso; y, sin embargo, en clara muestra de la injusticia electoral, yo soy tachado por un tema de carácter familiar de hace 38 años, que fue debidamente esclarecido y resuelto en su debida oportunidad con fundamentos favorables a mi persona.
Como es de conocimiento público llevo 25 años al frente de mi representada, APROSEC, trabajando indesmayablemente para contribuir a mejorar la seguridad ciudadana de todos los peruanos, pero a pesar del duro revés electoral, continuaré en la brega por nuestra patria.
