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El Congreso desestimó la propuesta de adelanto de elecciones presentada por el Ejecutivo y se frustró una salida a la crisis política que no tiene cuando acabar

Esta semana se evidenció lo que parecía ser lo único en común entre congresistas de bancadas contrarias: sus intenciones de quedarse hasta julio de 2026. Se votaron todas las fórmulas legislativas y combinaciones posibles para el adelanto de elecciones y todas fueron enviadas al archivo.

Todo comenzó el miércoles 1 de febrero. El presidente de la Comisión de Constitución, Nano Guerra García, buscaba que se apruebe un dictamen que proponía un adelanto de elecciones generales complementarias a diciembre de 2023 y que el mandato presidencial y congresal culmine en julio de 2026. Una propuesta que daba pie a la reelección de los congresistas

“Conversado con todas las bancadas, no una, sino 2 o hasta 3 veces. Y en medio de todo, surgió esto, que sean unas elecciones complementarias. Yo diría que esto fue de lo que más consenso tuvo”, dijo Guerra García en entrevista para Cuarto Poder.

Ese día, conforme avanzaba el debate, asesores y congresistas de la bancada Fuerza Popular iban perdiendo las esperanzas de, al menos, llegar a la mitad más uno de los votos y pasar a un referéndum a fin de confirmar el adelanto de elecciones a 2023, tal como señala la Constitución.

La carga de tensión llegaría a su máximo punto en el momento de las votaciones. La propuesta de Guerra García obtuvo 54 votos a favor, 68 en contra y 2 abstenciones. Tania Ramírez, quien esperaba que se caiga el dictamen de su colega de bancada -votando en contra-, parecía no tener reparos en mostrarse, luego, junto a su bloque parlamentario.

Como en todo juego democrático, con la caída del dictamen en mayoría impulsado por el fujimorismo, se abría paso al dictamen en minoría de la izquierda. El congresista Jaime Quito era el llamado a sustentar el texto que buscaba un adelanto de elecciones a julio de 2023 y un referéndum para consultar sobre la instalación de una asamblea constituyente.

Quito, de Perú Libre, buscaba un cuarto intermedio o un espacio para conversar con los voceros de todas las bancadas, aunque el tema de la asamblea constituyente parecía no tener ninguna posibilidad de ser aprobado.

En medio del alboroto, el congresista Alejandro Cavero de Avanza País proponía una cuestión previa para ir al voto del texto de Quito y de un nuevo dictamen en minoría que estaba firmado por él y la congresista Adriana Tudela.

La propuesta de último minuto desató la ira de la izquierda. Congresistas de Perú Libre y Perú Democrático tomaron el reglamento del Congreso y lo pusieron en el suelo en señal de protesta. Pese a todo, la cuestión previa de Cavero se votó, aunque tampoco prosperó y Quito pudo ir en busca de sus supuestos consensos.

Al día siguiente, el congresista del partido del lápiz volvía al hemiciclo con pronóstico reservado. Apenas había logrado intercambiar palabra con voceros de algunas bancadas en pasillos y comedores del congreso sin resultados a la vista. Pese a todo, parecía ser el momento histórico de la izquierda, aunque algunos legisladores denotaban relajo y poca preocupación.

En medio del debate, algunos congresistas proponían votar las dos reformas de Quito por separado. De un lado, el adelanto de elecciones y del otro, el referéndum. En ese momento, parecía ser una opción en busca de consensos.

La propuesta de votar por separado sólo alcanzaría 13 votos a favor. Luego, vendría la votación final. La izquierda y, su consigna de cambiar la constitución, estaba a punto de ser vencida por los votos mayoritariamente en contra.

Dos días de debate para no conseguir resultado. A la fecha, el Congreso ha rechazado cuatro proyectos de adelanto de elecciones en el pleno y uno en la Comisión de Constitución. Se trata del proyecto del Ejecutivo que buscaba adelantar las elecciones a diciembre de 2023 pero que no caló en los congresistas por supuestamente ser de idéntica materia que los anteriores.

“[¿Le pediría la renuncia a Dina Boluarte?] Esa es una decisión personal. Ella tiene que evaluar sus fuerzas, sí creemos que hay que exigirle un rumbo más claro y firmeza para combatir esta violencia que es un chantaje para imponer sus ideas, aunque asamblea constituyente parece ser un cajón vacío porque no hay ideas”, aseguró el congresista Guerra García.

El viernes, cerca de la media noche, Digna Calle renunció a la segunda vicepresidencia del Congreso y solicitó la urgente recomposición de la Mesa Directiva. La crisis no termina, aunque por el momento todos se quedan, y parece ahora apuntan a la presidenta Dina Boluarte.

América Tv

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