Foto: CNN

Con la extradición de Alejandro Toledo al Perú suman tres los ex presidentes peruanos en prisión por delitos cometidos en ejercicio del poder junto a Alberto Fujimori y Pedro Castillo. La deuda con la justicia de los expresidentes peruanos alcanza además a Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, quienes aún se encuentran bajo proceso luego de haber estado en prisión, preventiva y domiciliaria respectivamente. La actual situación jurídico-política de los expresidentes peruanos es un hecho sin precedentes ni registro.

EL PENAL DE BARBADILLO: TRES EXPRESIDENTES EN PRISIÓN

Alejandro Toledo pisó tierras peruanas este 23 de abril tras ser extraditado desde los Estados Unidos a fin de que responda a la justicia por el caso de la construcción de la carretera Interoceánica.

El mandatario será juzgado por los presuntos hechos de corrupción en donde favoreció a la empresa Odebrecht para que edificara los tramos II y III de dicha vía a cambio de una gran cantidad de dinero como parte de los sobornos.

Para ello y tras recibir una prisión preventiva de 18 meses, el exmandatario como primera instancia estará en la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) en donde también se encuentran dos ex jefes de Estado del Perú.

Recordemos que en el penal Barbadillo está recluido Alberto Fujimori y Pedro Castillo, en su momento también estuvo en ese lugar el expresidente Ollanta Humala. Así, Alejandro Toledo ya está recluido en el penal de Barbadillo que está dentro de la Diroes por ser una ex autoridad y no ser un preso común.

EL ALTO PRECIO DE SER PRESIDENTE EN EL PERÚ

Un sino trágico envuelve el ejercicio del poder en Perú desde el final de la dictadura en 1980. En el más reciente episodio, el ex presidente Alejandro Toledo fue recluido en prisión este domingo tras su extradición desde Estados Unidos.

De todos los presidentes que tuvo el Perú desde el final de la dictadura militar en 1980, solamente tres de ellos no han tenido problemas con la justicia: Fernando Belaúnde Terry, Valentín Paniagua y Francisco Sagasti.

En los últimos 10 años, seis personas pasaron por el Palacio de Gobierno de Perú: Ollanta Humala (2011-2016), Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), Martín Vizcarra (2018-2020), Manuel Merino (2020), Francisco Sagasti (2020-2021) y Castillo (2021-2022). Dina Boluarte, hasta ahora vicepresidenta, será la séptima en la lista.

Elecciones, líneas de sucesión y procesos de destitución aceleraron el recambio del jefe de Estado. Pero los presidentes con problemas judiciales se extienden, por lo menos, desde el inicio mismo de la década del ’90, con la elección de Alberto Fujimori. Desde aquel momento, la cárcel, el exilio y la muerte predominaron en la política peruana.

Alberto Fujimori (1990-2000): autogolpe y delitos de lesa humanidad

Superó en las urnas al escritor Mario Vargas Llosa, por 62,5% a 37,19% en la segunda vuelta. Es uno de los precedentes de cierre del Congreso y autogolpe, a lo largo de una década convulsionada en la política peruana.

Fue en 1992 que Fujimori propició el autogolpe. Con fuertes desacuerdos con el Congreso y el paulatino avance de investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos, el entonces presidente constitucional contó con la colaboración de las Fuerzas Armadas para cerrar el Congreso, intervenir la Justicia y detener a líderes opositores.

En 2000, en el inicio de su tercer mandato presidencial, salió de Perú para participar de una cumbre en el sultanato de Brunei. Sin embargo, en medio de presiones opositoras y denuncias, alteró el trazado de una gira por Asia. Después de que sus colaboradores negaran versiones sobre un pedido de asilo en Malasia, huyó a Tokio y renunció por fax a la Presidencia de Perú.

Horas más tardes, tras el Parlamento destituyó por «incapacidad moral permanente» a Fujimori.

Extraditado, fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por corrupción y crímenes de lesa humanidad. La Corte Constitucional ordenó su libertad el 17 de marzo de 2022, restableciendo un indulto presidencial que había sido anulado.

Alejandro Toledo (2001-2006): cárcel en Estados Unidos y extradición

Tras un breve mandato de Valentín Paniagua (era presidente del Congreso cuando reemplazó a Fujimori), en 2011 resultó electo Alejandro Toledo, con el 53,1% de los sufragios en la segunda vuelta contra Alan García (46,9%).

En 2003, el presidente centrista Alejandro Toledo declaró el estado de emergencia ante una ola de descontento social. Parte de la oposición y la prensa exigieron su salida «por incompetencia». El gobierno dimitió en bloque.

Ya fuera de la Casa de Gobierno, estuvo prófugo de la justicia peruana, que pidió a Estados Unidos su extradición. Fue acusado de recibir un soborno millonario de la empresa Odebrecht. Toledo, de 71 años, negó las acusaciones de lavado de activos.

Finalmente, fue arrestado en Estados Unidos. Estuvo preso en una cárcel de San Francisco. Luego de siete meses, lo pusieron bajo prisión domiciliaria. La justicia estadounidense autorizó su extradición en septiembre de 2021.

Alan García (2006-2011): presunta corrupción y suicidio

Alan García ya había sido presidente entre 1985 y 1990. Después, con el autogolpe de Fujimori en 1992, el entonces senador estuvo en el exilio en Colombia. En 2006 le llegó su segunda oportunidad como presidente, tras derrotar por 52,6% a 47,4% a Ollanta Humala.

En 2008, García aceptó la renuncia del gobierno tras descubrirse un presunto caso de corrupción a favor de la petrolera noruega Discover Petroleum. El 19 de marzo de 2019 se pegó un tiro en la cabeza cuando la policía ya había entrado a su casa en Miraflores, Lima, para llevárselo preso por corrupción y lavado de dinero en el caso Odebrecht.

Ollanta Humala (2011-2016): cárcel y juicio

El 6 de junio de 2011, Ollanta Humala se convirtió en el primer presidente de izquierda en 36 años. Cinco años después del traspié de 2006, se impuso en las urnas por un ajustadísimo 51,5% contra 48,5% de Keiko Fujimori. Un año después, los miembros de su gobierno, criticados por su gestión de los conflictos sociales (con saldo de 17 muertos), dimitieron. En 2015, la jefa de Gobierno Ana Jara fue derrocada por una moción de censura, la primera en 50 años, tras un caso de espionaje.

Ya fuera del Ejecutivo, Humala también cayó por la causa Odebrecht, que sacudió a toda la región. Fue detenido de forma preventiva en julio de 2017. Se lo acusó, junto a su esposa, por lavado de activos y asociación ilícita para delinquir. Humala, como su pareja, permanecieron en la cárcel durante 9 meses. En 2018 el Tribunal Constitucional ordenó su excarcelación por discrepancias en el empleo de la prisión preventiva. La causa está en juicio desde el 21 de febrero de 2022.

Además de ese caso, en el que se lo investiga por haber recibido y ocultado tres millones de dólares de Odebrecht para financiar las campañas electorales, afrontaba otro problema en los tribunales: presuntos delitos vinculados a la concesión del Gasoducto Sur Peruano a un consorcio liderado por Odebrecht en 2014.

Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018)

Se suponía que venía a acabar con los vicios de la política peruana. Nada más lejos de la realidad. En diciembre de 2016 la Fiscalía comenzó a investigarlo por favorecer a Odebrecht en los años en los que fue primer ministro de Toledo. Eso llevó al primer intento de forzar su vacancia. Pero PPK maniobró con habilidad en el Congreso y logró salvarse con el apoyo del fujimorismo liderado por Kenji Fujimori. Pocos días después, en la Nochebuena, Kuczynski concedió un indulto “humanitario” a Alberto Fujimori, padre de Kenji y presidente autoritario del país entre 1990 y 2000 que cumple condena por crímenes contra los derechos humanos. El indulto provocó una monumental polémica y fue interpretado como la prueba de que Kenji había salvado a PPK a cambio de la liberación de su padre. En marzo de 2018 salieron a la luz los llamados «Kenjivideos», grabaciones en las que se observa a Kenji y a sus colaboradores ofreciendo dádivas a los congresistas que votaran por salvar la presidencia de Kuczynski. PPK dimitió poco después y desde entonces está procesado por su presunto papel en la trama Odebrecht. Permaneció en prisión domiciliaria hasta abril del año 2022.

Martín Vizcarra (2018-2020)

Fue durante un tiempo visto como ejemplo de integridad y un político decente que intentó meter en cintura al díscolo Congreso. Pero su imagen de honestidad saltó por los aires. Vizcarra acabó siendo destituido por el Congreso bajo la figura habitual de la «incapacidad moral permanente» en noviembre de 2020. Se le acusaba de entorpecer la acción de la Justicia y de cobrar comisiones ilegales cuando fue gobernador del Departamento de Moquegua. El golpe definitivo a su credibilidad llegó cuando se supo que, en lo peor de la pandemia, cuando la vacuna contra la covid aún no era accesible para la población, se había vacunado en privado.

Pedro Castillo (2021-2022)

El mandato del profesor chotano estuvo marcado por los escándalos de corrupción y las acusaciones contra ell presidente y su entorno. La Fiscalía había puesto en marcha un procedimiento para privarlo de su inmunidad presidencial y encausarlo. No hizo falta. El 7 de diciembre de 2022, Castillo intentó un chapucero golpe de estado que ni Ejército ni Policía secundaron y fue detenido a las pocas horas por su propia escolta. Desde entonces está preso en el Penal de Barbadillo, donde él y Alberto Fujimori son los únicos internos. Se le acusa de rebelión, conspiración y liderar una organización criminal en el aparato del Estado.

Fuentes: Infobae, La Razón, Clarín


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