La Marina de Guerra del Perú, una de las instituciones más emblemáticas de la nación, tiene sus orígenes en los primeros años de la independencia peruana, cuando la naciente república buscaba consolidar su soberanía y proteger sus costas de las amenazas externas. Su creación formal se remonta al 8 de octubre de 1821, bajo la dirección del entonces Ministro de Guerra y Marina, José de La Mar, quien recibió la orden del libertador don José de San Martín para establecer una fuerza naval capaz de defender la integridad territorial y los intereses del Perú en el mar.
La Fundación de la Marina de Guerra del Perú:: El Perú de la Independencia
Tras la declaración de la independencia el 28 de julio de 1821, el Perú enfrentaba el desafío de consolidar un nuevo gobierno y asegurar su control sobre los territorios del virreinato. La presencia de las fuerzas realistas en el interior del país y la amenaza constante de la escuadra española en el Pacífico complicaban el proceso de estabilización. Consciente de la importancia de tener una fuerza naval organizada y moderna, José de San Martín impulsó la creación de la Marina de Guerra del Perú, que se constituyó como una de las primeras instituciones militares del nuevo Estado.
Para fortalecer la naciente Marina, se adquirieron diversas embarcaciones y se reclutaron marinos experimentados, tanto peruanos como extranjeros, que aportaron su conocimiento técnico y militar. Entre las primeras adquisiciones se encontraban la fragata Protector, la goleta Sacramento, y el bergantín Belgrano, que sirvieron como base para la formación de una flota que comenzaría a patrullar y proteger las costas peruanas. En este contexto, la Marina de Guerra del Perú se consolidó como un instrumento fundamental para la defensa de la naciente república y el control del litoral.
Buque Escuela B.A.P. «UNIÓN». Foto: Andina
El Rol de la Marina en la Consolidación de la Independencia
Uno de los hitos más importantes de la Marina de Guerra del Perú en sus primeros años de existencia fue la captura de la fragata española Esmeralda, anclada en el puerto de El Callao en 1824. Esta operación, liderada por el capitán de fragata inglés Lord Thomas Cochrane, se convirtió en un símbolo del poderío y determinación de la joven fuerza naval peruana. La captura de la Esmeralda no solo representó una victoria estratégica, sino que además fortaleció la moral de las tropas patriotas y debilitó la capacidad operativa de la escuadra española.
A lo largo de los años siguientes, la Marina de Guerra del Perú desempeñó un papel clave en la consolidación de la independencia nacional y la defensa del territorio marítimo. Participó en la campaña de liberación de otros países sudamericanos, como Ecuador y Chile, y contribuyó significativamente a la creación de una confederación defensiva entre las nacientes repúblicas. Durante esta etapa, figuras como el almirante Martín Guisse y el capitán José Boterín, entre otros, dejaron un legado de valentía y servicio a la patria que perdura hasta nuestros días.
La Marina de Guerra del Perú en la Actualidad: Legado y Proyección
La Marina de Guerra del Perú ha evolucionado significativamente desde su fundación en 1821. Hoy en día, es una fuerza moderna, profesional y tecnológicamente equipada, que no solo protege el litoral y las aguas territoriales del país, sino que también participa activamente en operaciones de paz, rescate y ayuda humanitaria en el ámbito internacional. Con una flota compuesta por fragatas, submarinos, patrulleras y buques auxiliares, la Marina sigue siendo un pilar fundamental de la defensa nacional y un símbolo de la soberanía peruana.
Cada 8 de octubre, se celebra el Día de la Marina de Guerra del Perú y se conmemora la histórica Batalla de Angamos (1879), en la que el gran almirante Miguel Grau Seminario, máximo héroe naval del país, entregó su vida en defensa de la patria durante la Guerra del Pacífico. Este sacrificio, junto con los logros y esfuerzos de los marinos a lo largo de la historia, refleja la misión de la Marina de Guerra del Perú de proteger la nación, promover el bienestar de sus ciudadanos y contribuir a la seguridad y estabilidad en la región.
La fundación de la Marina de Guerra del Perú no solo marcó el inicio de una nueva etapa para la defensa del país, sino que también sentó las bases de una institución que, a lo largo de dos siglos, ha demostrado ser un baluarte de la independencia, la soberanía y la paz en el continente.