El Gobierno laborista de Keir Starmer se ha desmarcado abiertamente de la Unión Europea y ha hecho causa común con la Administración Trump al negarse a firmar la declaración para un desarrollo «inclusivo y sostenible» de la Inteligencia Artificial (IA), firmada en París por sesenta países (incluidas Francia, China, Japón, India, Australia o Canadá).

Starmer fue de hecho uno de los grandes ausentes en la cumbre celebrada en la capital francesa y auspiciada por el presidente Emmanuel Macron. Un portavoz de Downing Street justificó la negativa a firmar la declaración alegando que el texto no refleja la posición del Gobierno británico en materias como «la oportunidad y la seguridad» de la IA.

Curiosamente, el ex premier conservador Rishi Sunak fue el impulsor de la primera cumbre de seguridad de la IA celebrada en el 2023 en Bletchley Park y criticada por el vicepresidente norteamericano JD Vance como «demasiado cautelosa y adversa al riesgo».

La decisión del Reino Unido de hacer causa común con la Estados Unidos se produjo precisamente poco después de la intervención de JD Vance en la cumbre de la IA de París, donde lanzó un alegato muy directo contra la UE por «la excesiva regulación de del sector que puede matar a una industria transformadora».

Vance comparó la inteligencia artificial con la máquina de vapor y reclamó «un marco regulatorio internacional que sirva para alentar y no para estrangular la IA, y eso es lo que necesitamos particularmente de nuestros amigos europeos, que miren esta nueva frontera con optimismo y no con miedo».

Sin necesidad de mencionar a Elon Musk, que fue el invitado especial de Sunak a la primera cumbre de la IA y ahora ejerce de asesor de eficiencia en el Gobierno en la Administración Trump (sin renunciar a sus multimillonarios intereses en el sector), JD Vance criticó puntualmente la Ley de Servicios Digitales de la UE y el empeño por regular las redes sociales.

«Una cosa es prevenir que un depredador sexual haga de un niño su presa internet», dijo Vance, parafraseando a Musk. «Y otra cosa muy diferente es evitar que un hombre o una mujer en edad adulta pueda acceder a una opinión porque el Gobierno piensa que es desinformación».

Pese a la presencia en el acto del viceprimerministro chino Zhang Guoqing, Vance previno a otros países contra la tentación de sellar alianzas con «regímenes autoritarios» que pretenden «infiltrarse, cavar y apoderarse de vuestra infraestructura de la información».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, intentó a duras penas robar el protagonismo a JD Vance en el cónclave de París, con anuncio de la iniciativa público-privada investAI, con 50.000 millones de euros (a añadir a los 150.000 millones ya anunciados como parte de la «EU AI Champions Initiative»).

«Vamos a movilizar un total de 200.000 millones de euros para inversiones en IA en Europa», dijo Von der Leyen, que defendió la creación de «gigafactorías de inteligencia artificial» en el bloque y lanzó una doble y sutil advertencia a EEUU y China: «La carrera de la IA está lejos de haber terminado».

-Artículo escrito por Carlos Fresneda/El Mundo