Cada 31 de octubre, el mundo celebra Halloween, una fiesta que tiene sus raíces en el antiguo festival celta de Samhain. Celebrado hace más de 2,000 años en lo que ahora es Irlanda, este festival marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno, una temporada que para los celtas estaba cargada de misterio. Creían que en esa noche el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos se desdibujaba, permitiendo que los espíritus pudieran regresar y deambular por la Tierra. Para protegerse de estos seres, los celtas encendían hogueras y usaban disfraces aterradores que ahuyentaran a los fantasmas.
Con la expansión del cristianismo, el festival de Samhain se transformó y se mezcló con otras festividades. La Iglesia católica estableció el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre y el Día de los Muertos el 2 de noviembre, promoviendo una adaptación religiosa de los ritos celtas. En el siglo XIX, la fiesta fue llevada a Estados Unidos por inmigrantes irlandeses, donde se popularizó y fue evolucionando. Halloween en EE. UU. dejó de ser un rito espiritual y se convirtió en una fiesta centrada en disfraces, juegos y el famoso “truco o trato” (trick or treat). Hoy en día, Halloween es una celebración global que une a personas de todas las edades en una fiesta de disfraces, dulces y decoración.
En el Perú, Halloween se ha convertido en una celebración cada vez más popular, aunque no exenta de controversia. La globalización y el impacto de la cultura estadounidense han llevado a que muchas familias y jóvenes adopten esta fiesta en sus propias versiones. Halloween en Perú se celebra con fiestas de disfraces, eventos temáticos y recorridos en busca de dulces en vecindarios urbanos. Sin embargo, el 31 de octubre también es el Día de la Canción Criolla, una celebración tradicional peruana, lo que genera un interesante contraste entre ambas festividades. Este día, los peruanos pueden elegir entre asistir a peñas y eventos de música criolla o disfrutar de la “noche de brujas” en una fusión cultural única.
En las últimas décadas, Halloween ha encontrado su lugar en la cultura peruana, especialmente entre los más jóvenes. Centros comerciales, colegios y barrios enteros se preparan con decoraciones temáticas y actividades para celebrar. La combinación de Halloween con la herencia criolla y la tradición peruana demuestra cómo el Perú, con su rica multiculturalidad, adapta y reinventa cada celebración, fusionando elementos de la modernidad con sus raíces culturales.