Jauja celebra su aniversario el 25 de abril, conmemorando su fundación española en 1534. La ciudad, conocida como la primera capital del Perú, conmemora 491 años este 2025.
Ubicada en el fértil valle del Mantaro, a más de 3,300 metros sobre el nivel del mar, la ciudad de Jauja es un tesoro histórico y cultural del Perú andino. Fundada en 1534 por Francisco Pizarro como la primera capital del virreinato del Perú, Jauja conserva hasta hoy el brillo de su pasado colonial y prehispánico, mientras ofrece a los visitantes paisajes espectaculares, tradiciones vibrantes y una hospitalidad sin igual.
Orígenes históricos: De Hatun Xauxa al virreinato
Antes de la llegada de los españoles, Jauja fue conocida como Hatun Xauxa, la capital del señorío de los Xauxas, un importante grupo étnico que dominaba esta parte del valle. Durante el Imperio Inca, el Inca Pachacútec incorporó la región y la convirtió en un centro estratégico administrativo y militar.

Durante el periodo de la conquista española del Perú, en alianza con los reinos Huancas del valle del Mantaro, Francisco Pizarro fundó la ciudad de Jauja el 25 de abril de 1534, reconociendo su clima benigno, su ubicación estratégica y su fertilidad. Por un corto tiempo, fue la primera capital del Perú, antes de que Lima tomara ese rol en 1535 debido a su cercanía al mar.
Jauja fue también un lugar clave en los siglos siguientes por su función como centro agrícola, ganadero y de paso hacia las regiones selváticas.
Ciudad de salud y leyenda
Desde el siglo XIX, Jauja ganó fama como destino de descanso y recuperación para personas con problemas respiratorios, gracias a su clima seco y templado. Incluso se hablaba de la ciudad como un paraíso de salud, y muchos limeños y extranjeros venían para recuperarse de enfermedades pulmonares, especialmente la tuberculosis.
Esta fama dio origen a la frase “Esto parece Jauja”, en referencia a un lugar donde todo es abundante, agradable y sin preocupaciones.
Atractivos turísticos: Naturaleza, cultura y tradición
Jauja y sus alrededores ofrecen una rica variedad de experiencias turísticas:
Laguna de Paca
Ubicada a solo 4 km del centro de Jauja, esta hermosa laguna rodeada de montañas es ideal para paseos en bote, caminatas y contemplación del paisaje. Según la leyenda, bajo sus aguas se esconde una ciudad sumergida.
Iglesia Matriz de Jauja
Esta iglesia colonial, de fachada sobria y elegante, guarda retablos dorados y piezas de arte sacro de gran valor. Fue construida a finales del siglo XVI y refleja el sincretismo religioso andino-cristiano.

Museo Regional de Jauja
Muestra piezas arqueológicas, textiles y cerámicas de las culturas preincaicas de la zona, así como objetos coloniales y republicanos que narran la historia de la ciudad.
Pueblos tradicionales
Los distritos cercanos como Muquiyauyo, Apata, Marco y Sausa conservan costumbres ancestrales, fiestas patronales, danzas como la Tunantada y arquitectura típica de adobe y teja.
Gastronomía jaujina
Jauja también conquista por el paladar. Platos típicos como el picante de cuy, la pachamanca, la trucha frita y el caldo de cabeza son infaltables. Además, los dulces como el alfajor jaujino y el pan de anís son parte de su identidad.
Festividades que no debes perder
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Fiesta de San Sebastián (enero): una de las más coloridas, con la emblemática danza Tunantada que satiriza la sociedad colonial.
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Carnavales (febrero-marzo): llenos de música, yunzas, comparsas y gastronomía.
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Semana Santa y Corpus Christi: celebraciones religiosas con profunda devoción y procesiones tradicionales.

Un destino que enamora
Hoy, Jauja es mucho más que un lugar de paso hacia Huancayo o la selva central. Es una joya turística del centro del Perú, ideal para quienes buscan naturaleza, historia viva, cultura andina auténtica y aire puro.
Con un aeropuerto propio y accesos por carretera desde Lima (a 7 horas aproximadamente), visitar Jauja es una experiencia que conecta el pasado glorioso del Perú con la calidez de su gente y la belleza de sus paisajes.
Jauja espera, como en sus leyendas, con los brazos abiertos y un eterno sol andino.