Empresaria con más de veinte años de experiencia en el sector privado y público. Preside el Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Gremios de Pequeña Empresa – Asociación PYME Perú. Fue vicepresidenta de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas del Perú (CONFIEP) y presidenta de la Sociedad Nacional de Industrias SNI Arequipa, de la Cámara PYME y de la Asociación de Mujeres Industriales MISUR Perú, entre otros cargos. También ha sido ministra del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y congresista de la República de 2016 a 2019.  Actualmente es la ministra de Producción del Perú.

En el Perú, las micro y pequeñas empresas (mypes) representan más del 99 % del total de las empresas y generan un gran porcentaje del total de los empleos en todo el país. Por su importancia estratégica debemos centrar el foco de atención en los retos que atraviesa el sector mype, ya que la actividad empresarial genera beneficios tangibles en la sociedad como empleo formal, pago de impuestos y acceso a servicios y productos, innovación y modernidad. Una lección aprendida en años recientes nos debe llamar a la reflexión sobre la necesidad de contar con herramientas efectivas que permitan la urgente reactivación de las micro y pequeñas empresas. En este sentido, consideramos que las herramientas digitales juegan un rol crucial. La digitalización incide directamente en una reducción de costos y un aumento de la productividad y la empleabilidad de los trabajadores. En nuestro país, los niveles de adopción de tecnologías digitales en las empresas son bajos, la situación es compleja sobre todo en las regiones, en las zonas rurales de la sierra y la selva. Por todo ello, cobra vigencia poner en la agenda la hoja de ruta que permita la digitalización de las pequeñas empresas. En esta agenda tenemos diversos temas pendientes para lograr un ecosistema digital robusto: a) Hay una gran brecha de acceso que tiene la población con la infraestructura digital, en ese sentido, se requiere una legislación promotora que permita que los ciudadanos, tanto del ámbito urbano como rural, tengan una conectividad adecuada para educarse y para hacer negocios, conectarse con nuevos mercados, crecer y mejorar su empleabilidad. b) Otro eje de desarrollo importante es la transformación digital en el aparato estatal, de forma que se reduzcan las barreras a los trámites de ciudadanos, para que sean más transparentes y con esto eliminar la corrupción. c) Es importante enfocarnos en el talento humano: debemos promover y acompañar a los emprendedores y trabajadores que desarrollan o implementan innovaciones digitales. En este punto, las universidades y los centros de investigación desempeñan un papel importante. Para concluir quisiera resaltar la capacidad del emprendedor peruano. Frente a la adversidad el empresario ha logrado sobrevivir y ahora vemos cómo miles de micro y pequeñas empresas han ingresado de forma empírica al tema digital. Durante la pandemia, las mypes peruanas reorientaron sus canales de venta a las redes sociales por un sentido natural de supervivencia. No obstante, el sector aún está muy lejos de la llamada transformación digital.

Es necesario que los empresarios de las micro y pequeñas empresas conozcan la importancia de incorporar herramientas digitales en un proceso de expansión o internacionalización o en la búsqueda de nuevos mercados. El uso de las nuevas tecnologías debería ser un referente del gran sector de las micro y pequeñas empresas en el Perú. Para propiciar una efectiva transformación digital de las pequeñas empresas se requiere del esfuerzo y la colaboración de los actores públicos y privados. Sumemos esfuerzos para promover la agenda de la digitalización de la pyme peruana.

Sociedad Digital en América Latina – Fundación Telefónica

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