Año 1532. Un contingente de conquistadores españoles, dirigidos por Francisco Pizarro, derrotaron a Atahualpa, conquistando así el Imperio Incaico. Como la Corona Española le otorgó la facultad a Pizarro de autonombrarse gobernador de toda ciudad, pueblo o espacio que conquistase, el colonizador español inició la búsqueda de lo que sería su nueva capital, ya que desecharon instalarse en el Cusco.


La primera opción fue entonces Jauja, en lo que ahora conocemos como Junín. Sin embargo, los exploradores españoles Ruy Díaz, Juan Tello y Alonso Martín de Don Benito, desestimaron esta idea debido a su lejanía con el mar, su altitud andina y lo accidentado que podría ser llegar hasta este punto cuando el clima no era favorable. Así, estos mismos guías, al mando de Francisco Pizarro, dieron cuenta de un lugar ideal para establecerse donde levantar su nueva urbe. Sería el Valle del Rímac, con su  clima templado, madera por doquier, espaciosos campos de cultivo, interminables provisiones de agua y la cercanía con el Océano Pacífico, lo que lo convertía en la zona perfecta.


Así, con fecha de fundación del 18 de enero de 1535, este espacio del valle del Rímac (pronunciado como Limac por los Yungas de la zona) se convirtió en la ‘Ciudad de los reyes’, la nueva capital del Perú, que soportó invasiones, guerras y rebeliones. Pero que, a pesar de lo difícil que fue sostenerla en el tiempo, siempre se quedó de pie, para convertirse en la región más importante del Perú hasta la fecha. 

La Lima moderna
Lejos de los rifles y las hondas del pasado, hoy por hoy Lima goza de una estabilidad y atrae a turistas del mundo entero. La capital del Perú es rica en cultura, historia y gastronomía, y cuenta con un sinfín de actividades para realizar. Desde visitar su centro histórico, que aún guarda edificaciones de la época colonial, hasta recorrer una deliciosa ruta del sabor. Además, tiene un atractivo extra al ser la única capital de Sudamérica con vista al mar. Así es Lima, mágica, emblemática y, sobretodo, bella.

Historia de la fundación de Lima, de Bernabé Cobo

El manuscrito de la Historia de la fundación de Lima se encuentra custodiado en la Biblioteca Colombina ubicada en Sevilla. Dicho manuscrito data de 1639 (fechada en México el 24 de enero) y tuvo que esperar más de 230 años para que Manuel González de la Rosa lo consulte y, posteriormente, lo publique en 1882. Esta edición trae una útil biografía del jesuita nacido en Lopera y algunas notas del insigne historiador peruano.

Historia de la fundación de Lima es una crónica que describe a la ciudad de Lima al mismo tiempo que ubica simbólicamente dentro de la cosmovisión imperial. Lima es imperio, cabeza de reino, emporio económico y, desde luego, un espacio sagrado: especial relevancia tiene en la crónica la descripción de los conventos, pequeñas ciudades dentro de la ciudad capital. La obra no consigan episodios anecdóticos, pero sí comparte testimonios de testigos presenciales del primer siglo de la Corte de Nueva Castilla, como entonces se llamaba, así como cita información de documentación oficial, hoy perdida.

Las historias de ciudades, intencionalmente o no, siguen modelos y estrategias narrativas propias de la corografía. Por ello, se debe considerar que el concepto de ciudad refiere tanto el espacio físico como a la comunidad que la habita: tal es el significado extendido de la voz latina civitas. El uso de de información obtenida de testigos presenciales hace de esta obra un testimonio indispensable para conocer el tránsito del siglo XVI al XVII en el Virreinato del Perú.

Perú Travel / Estudios Indianos

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