AFIRMAN ESPECIALISTAS EN LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS: EXISTE UNA ÉTICA BASADA EN EL BUEN USO DEL LENGUAJE

Según recientes estudios lingüísticos basados en las apreciaciones de los filósofos de la antigua Grecia, la corrupción moral está relacionada con la corrupción del lenguaje, es decir, la corrupción tendría origen en el mal uso o en la deformación del lenguaje y la pérdida de la capacidad para utilizar el lenguaje en apreciar y valorar aspectos superiores de la ética y la moral. Al respecto conversamos con Rodolfo Muñoz, investigador y especialista en literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En su opinión, los altos índices de corrupción que todos los días vemos en nuestro país tienen relación con las bajas calificaciones que obtienen los estudiantes peruanos en evaluaciones internacionales como la prueba Pisa, en donde ocupan los últimos lugares en comprensión de lectura y razonamiento verbal. Asimismo, afirma que la actual corrupción generalizada en nuestro país adquirió mayor fuerza a partir de la difusión de la llamada “prensa chicha” o “prensa basura” a partir de los años de 1990  a la fecha.

¿Por qué afirma que los altos índices de corrupción en nuestro país tienen origen en el mal uso del lenguaje y sus capacidades de comunicación?

El problema de la corrupción, que tantos problemas sociales trae al país, desde la injusticia hasta la paralización de la economía, quizá tenga que ver más con el uso adecuado del lenguaje y el correcto desenvolvimiento de las capacidades comunicativas que con las investigaciones fiscales o judiciales. El problema ético y moral de la corrupción generalizada en nuestro país tiene una estrecha relación con las capacidades y el adecuado uso del lenguaje. No es casualidad que a nivel internacional nuestro país ocupa los últimos lugares en cantidad de lectura de libros por persona, en razonamiento verbal, en comprensión lectura, en redacción y en ortografía.

¿Quiere decir que la corrupción se debe a un mal uso del lenguaje?

No sólo a un mal uso, sino también a una incapacidad de usarlo correctamente. Al no poder utilizar el lenguaje correctamente para comunicarnos, empiezan a surgir por necesidad otras formas de comunicación, más básicas, simples y moralmente débiles, es decir fácilmente corrompibles, maleables, que se  adaptan a su entorno, deformándose y deformando el lenguaje y la ética al mismo tiempo. La crisis moral de estos días como la vemos en la política quizá alcanzó mayor impulso con la prensa chicha y la TV basura.

¿No cree que la moral y la ética tienen que ver más con la ciencia jurídica que con el lenguaje?

La falta de ética y moral no tiene nada que ver con la justicia como cumplimiento  o incumplimiento de una ley, código o una norma, pues hasta en el mundo criminal existen los códigos y las leyes que rigen el comportamiento de individuos que han torcido su moral. Por esa razón, la solución al problema de la corrupción no está en la ciencia jurídica, ni en los penales  sino en el adecuado y correcto uso del lenguaje porque en las normas y leyes que rigen al lenguaje se encuentran implícitas las normas y leyes que rigen el comportamiento ético. Si una persona puede cumplir adecuadamente las normas y las leyes del lenguaje, es mucho menos probable que tuerza su ética y moral a la corrupción. En cambio, si un individuo, fácilmente corrompe su lenguaje como resultado de la imposibilidad de utilizar adecuadamente las facultades de comunicación como son habla, lectura y escritura, es mucho más fácil que también corrompa su moral, a diferencia del individuo hábil en el uso del lenguaje. Es por esa razón que en nuestro país la corrupción está generalizada en todo nivel; un país en donde el 80% de la población es semi-analfabeta, es decir, sabe leer y escribir, pero no entiende lo que lee. Las cifras oficiales, escoden los datos en rojo y nos presentan sólo 6% de analfabetos a nivel nacional, cuando de ese 94% supuestamente “alfabetizado”, la gran mayoría ni escribe ni lee bien.

¿Quiere decir que a mayor analfabetismo mayor corrupción?

Decimos que existe relación entre el mal uso del lenguaje y los altos índices de corrupción en el Perú porque coinciden. En todos los países hay corrupción, pero en el nuestro hay corrupción en todos lados, en todo cargo político, sea en la alta política, en la política local, o en la política de barrio, de colegio, de equipo de futbol, de parroquia, de comunidad, de club, etc. etc., la corrupción ha calado en todo sitio y estos altos índices de corrupción ahora inocultables por los escándalos que estamos presenciando  coinciden con los índices de medición realizado por pruebas internacionales como la prueba Pisa, en la que los escolares peruanos ocupan los últimos lugares en lectura. Sin embargo, el  INEI afirma que sólo el 6% de la población es analfabeta, mientras los verdaderos índices de alfabetismo y de semi-analfabetismo  a nivel nacional se esconden.

…………………………………………………………………………………….

Estudios lingüísticos relacionan el lenguaje con la moral y la corrupción

“La ética del lenguaje”

La relación entre el lenguaje y la ética moral del hombre ha sido desde siempre una preocupación de pensadores e intelectuales. Para Aristóteles, “sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La voz es indicación del dolor y del placer; por eso también la tienen otros animales. En cambio, la palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente a los demás animales: poseer, de modo exclusivo, el sentido de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, y las demás apreciaciones”.

Así, la relación entre el lenguaje y la ética es directa y correspondiente porque, la capacidad de la palabra en el ser humano, trasciende los niveles básicos de comunicación referente a las necesidades naturales que el hombre comparte con los animales, como el hambre, el frío, el dolor, o  la satisfacción  y el placer físico. La capacidad de la palabra va más allá y alcanza a nombrar dimensiones morales y éticas, aspectos que sólo pertenecen a la naturaleza del hombre.

Las valoraciones morales son posibles gracias al lenguaje ya que es a través de la palabra como expresamos estas consideraciones imposibles a la naturaleza de los animales, quienes sí tienen voz y comunicación, pero carecen de la capacidad para elevarse por encima de la moral. Los animales no reflexionan sobre su moral. Los hombres sí lo hacemos utilizando el lenguaje para la reflexión ética y filosófica.

El lenguaje humano nos permite socializarnos de una forma imposible para el resto de criaturas, es la diferencia esencial entre el hombre y el resto del reino natural. Esa forma imposible de socializar para las demás criaturas es la capacidad que tiene el lenguaje para dar valoraciones éticas y morales. Es decir, la ética no es un producto de facultad lingüística del ser humano, sino, una característica propia que la define. Así, el hombre tiene una dimensión moral porque posee un lenguaje. Y por consiguiente, a mayor complejidad y desarrollo de la facultad lingüística, mayor capacidad para nombrar valoraciones éticas y morales.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here