El Vicepresidente y Senior Credit Officer de la calificadora Moody’s, Jaime Reusche, sostuvo que el manejo fiscal del país es el adecuado, lo cual le otorga credibilidad ante los ojos de los inversionistas.
La solidez fiscal del Perú ha sido reconocida por los grandes mercados internacionales, ¿aún se mantiene esa solidez?
Los resultados fiscales del 2022 resaltan el compromiso de las instituciones económicas de mantener el orden fiscal a despecho de los choques que enfrentó el país. Si bien hubo trabas a la ejecución del gasto y esto ayudó a reducir el déficit fiscal, restándole algo de impulso a la actividad económica, el resultado es que se cuenta con mayor espacio fiscal este año para apoyar la recuperación de la economía. El manejo fiscal continúa siendo prudente y esto le otorga credibilidad al país ante los ojos de los inversionistas. Es importante que la clase política apoye el manejo prudente de las cuentas del Estado, confiando en los capaces tecnócratas que orientan la política fiscal.
¿Cuál considera que será el impacto en la economía peruana de la crisis financiera de Estados Unidos que ocasionó el cierre de algunos bancos?
Vemos una desaceleración marcada de la actividad económica en Estados Unidos este año, ya que las condiciones financieras estarán más apretadas luego de los cierres de bancos que se han dado hasta el momento. La baja actividad en Estados Unidos se traducirá en una menor demanda externa para la economía peruana, con una modesta corrección en los precios de las materias primas que exporta el Perú y, por consiguiente, un menor impulso externo que restaría dinamismo al crecimiento este año. No vemos un efecto de contagio en el sistema financiero local, pero sí un impacto moderado en la actividad que implicaría algunas décimas menos de expansión económica para este año.
¿Cree que la economía es resiliente para superar la crisis interna que afronta?
La economía peruana es resiliente, pero no inmune a los shocks domésticos. La incertidumbre en el tema político y la convulsión social en el sur sí afectaron el potencial de crecimiento de este año, pero la respuesta de las autoridades ha sido correcta en tratar, en todo momento, de incitar confianza en el manejo macroeconómico del país. No vemos que la economía se contraiga este año, pese a las dificultades, pero vemos un segundo año en donde se pierden oportunidades para crecer con mayor dinamismo.
El Gobierno peruano aprobó diversas medidas para enfrentar los impactos generados por las lluvias, ¿considera que éstas serán el impulso que requiere la economía local?
Las medidas son las correctas, pero es importante que la población también entienda que ejecutarlas toma tiempo y mucha coordinación a nivel de todo el Estado. La burocracia estatal peruana es complicada de navegar y por más que se quiera ejecutar gasto de inversión para aliviar a las zonas afectadas por las lluvias, las autoridades económicas reman contra la marea en la que tienen que balancear una rápida reacción con el hecho de que el gasto también debe estar bien diseñado para no despilfarrar recursos.
En ese proceso se generan tensiones entre las autoridades nacionales, regionales y locales, donde es difícil determinar qué nivel de gobierno tiene la competencia para ejecutar gasto y proyectos de inversión. El Ministerio de Economía y Finanzas siempre está dispuesto a agilizar los programas de alivio, pero se topa con trámites y barreras políticas que son contraproducentes. La encuesta del Banco Central arrojó que las expectativas empresariales mejoraron en febrero.
¿Considera que ello es un punto de quiebre y que en los siguientes meses se recuperará la confianza empresarial?
Es posible que los niveles de confianza se retraigan un poco en marzo a raíz de la incertidumbre externa. Si bien la incertidumbre por el lado interno disminuye en el margen, la externa aumenta. Ante ello, la solidez del manejo macroeconómico en el Perú ayuda, pero es importante ver cómo evoluciona el ambiente político y social para no añadirle más ruido al panorama.
Fuentes: El Peruano, América Economía
