Por Milagros Zúñiga

Gestora Cultural

gestoriacultural@milagroszuniga.com

Este breve análisis de la historia y desarrollo del arte y la pintura en el Perú desde el neolítico al siglo XXI tiene lugar con motivo de la “Exposición Internacional Bicentenario del Perú” a realizarse este 28 de Julio simultáneamente en Arequipa, Madrid y París.

EL ARTE RUPESTRE: TOQUEPALA

El desarrollo de la producción artística en el Perú sigue el mismo curso evolutivo que el resto del mundo. De esta forma, si hacemos una periodificación de la historia del arte en el Perú necesariamente tendríamos que iniciar con la mención de las principales pinturas rupestres que en el Perú datan aproximadamente de hace 12 mil años con Toquepala, pero que podría extenderse hasta hace 20 mil años que es la data correspondiente a los primeros yacimientos neolíticos encontrados en yacimientos peruanos donde también existe una vasta producción en litografías. Así, el arte rupestre en el Perú se presenta al mismo tiempo que en el resto del mundo, encontrándose mayor producción entre los 12 mil y los 8 mil años de antigüedad (Altamira, Tasili).

CARAL, PARACAS, MOCHICA, CHIMÚ, INCA

El paralelismo del desarrollo cultural y de la posterior civilización y aparición de centros urbanos en el Perú también es coincidente con la aparición de las primeras ciudades en el resto del mundo. De esta forma, los primeros centros urbanos (Caral) aparecen en el Perú más o menos al mismo tiempo que en Medio Oriente y en la India (Ur, Sumeria, Mojenjo Daro) con una antigüedad aproximada de 5 mil años. Los centros urbanos son evidencia de un complejo y avanzado proceso de civilización, esto implica la organización de un Estado, el uso de las matemáticas y de un sistema de lenguaje escrito, una religión oficial, la división de la población en clases sociales, y la producción de literatura y arte.

Con Caral se inicia el periodo histórico no sólo en el Perú sino también en todo el continente americano. Este periodo que abarca desde aproximadamente 3 mil a.C. hasta el 1500 d.C. se caracteriza por ser precisamente el periodo de la historia de la cultura peruana en donde en todos los aspectos -incluyendo al arte-   podemos encontrar un desarrollo totalmente diferente al del resto del mundo llamado “antiguo” que siguió una evolución precisamente a partir de los primeros centros urbanos en Medio Oriente, Grecia, Egipto y Roma. Las condiciones histórico sociales permitieron que el Perú sea el centro de difusión de la civilización en el continente y la condiciones geográficas permitieron un desarrollo único y original sin notorias influencias exógenas. Desde el punto de vista del arte, la cultura peruana de este periodo histórico alcanza sus mayores logros en diseño y textilería (Paracas), cerámica (Mochica), orfebrería (Chimú) y arquitectura (Inca).

EL BARROCO PERUANO: EL VIRREYNATO Y LA EVANGELIZACIÓN

Con el periodo de la conquista y virreynato del Perú se interrumpe abruptamente el desarrollo y evolución de la cultura peruana original que se había iniciado en la civilización urbana con Caral. En el campo del arte, algunos elementos pasaron a ser asimilados a la tradición occidental en el proceso de sincretismo cultural o de mestizaje.

Uno de los factores, desde el punto de vista del estudio de la cultura y del arte, por los que la asimilación de los elementos simbólicos del arte de la cultura peruana original a la tradición occidental cristiana-europea se haya producido de forma tan rápida (antes de finalizado el siglo XVI en el Perú ya se habían fundado varias ciudades españolas, conventos, Iglesias y Universidades) es la política de evangelización de la Corona española y de la Iglesia romana. En paralelo a la extirpación de idolatrías y a la reducción de pueblos, la catequización, es decir la didáctica y enseñanza de la nueva religión jugó un rol muy importante; y dentro de esta función el arte, específicamente el arte barroco.

La escuela barroca, principalmente en arquitectura, incorporó elementos de la cultura peruana original cargados de un fondo netamente religioso. La importancia política de la evangelización del mundo andino era de prioridad para el Virreynato.  Esto explica que las escuelas de Cusco y de Quito hayan sido las primeras en todo el continente. El arte del barroco peruano de este periodo realmente propone elementos nuevos a las escuelas europeas como ninguna otra escuela en la historia del arte americano.

EL RENACIMIENTO, LA INDEPENDENCIA Y EL ROMANTICISMO

Pero mientras en el Perú y en la América española se producía entre los siglos XVI y XVII un fuerte proceso de sincretismo y mestizaje cultural, caracterizado por la instauración de un nuevo orden (un nuevo modelo de civilización) que interrumpió abruptamente el proceso de desarrollo del modelo de civilización de la cultura origina, en Europa, la metrópoli y nuevo centro político del Perú, se producía un proceso inverso: el Renacimiento, caracterizado por su reacción al orden hegemónico de la Edad Media europea, fuertemente influido por la religión.

Durante los siglos XVI y XVII, cuando en Europa las ideas empezaban a reaccionar contra el orden y el poder de la religión  con el Renacimiento, en el Perú se producía un fenómeno contrario: la instauración de un orden nuevo que en Europa era el viejo orden de la Edad Media y basado en el poder la Iglesia. El dominio político sobre el Perú y América se justificaba a través de la evangelización, que es el cumplimiento de la Palabra de Dios y de  la promesa de una religión universal para todos los hombres. El arte barroco cumplía un rol didáctico a través de la pintura y al mismo tiempo en la arquitectura, simbolizando elementos de la nueva concepción del mundo y del nuevo orden instaurado, conservando elementos fundamentales y arquetípicos: el monoteísmo, el culto solar y la divinidad del ser humano a través de su relación filial con el Creador.

En el siglo XVIII las ideas del Renacimiento alcanzan su máxima influencia con la Revolución Francesa en Europa, y con la independencia de Estados Unidos en América, procesos que influirían de manera definitiva en la Independencia del Perú. Si con el barroco peruano de los siglos XVI y XVII la evangelización alcanza a cumplir los objetivos universales de la Iglesia en América, el Renacimiento y su posterior evolución en las ideas del Siglo de las Luces llegan a impactar históricamente durante el siglo XIX con la Independencia de las Repúblicas hispanoamericanas deviniendo en el verdadero Romanticismo. La producción artística y literaria del siglo XIX, no sólo en el Perú sino en todo América representa precisamente el ideal de libertad, de una identidad propia, los caracteres propios de las nuevas naciones independizadas. En el Perú tenemos los ejemplos de Pancho Fierro y José Sabogal, quienes retrataron y describieron en su obra la identidad y particularidad de nuestra sociedad: la vida de la Lima urbana el primero, y la vida del ande rural el segundo.

EL SIGLO XX : LOS VANGUARDISMO Y EL ARTE CONTEMPORÁNEO

Con la tercera revolución industrial, los avances de la ciencia, el uso de la energía atómica y la invención del cine, la radio y la tv, se pone fin al espíritu de celebración de la identidad en el Perú y la naciones hispanoamericanas, abriéndose un nuevo periodo histórico caracterizado por la influencia política, social, cultural y económica de Europa y Estados Unidos. En el arte, los vanguardismos suceden al realismo. Irrumpe el psicoanálisis influenciando en el arte con el dadaísmo y el surrealismo. Al mismo tiempo, las ideologías políticas derivadas de la oposición capitalismo-comunismo dividen el arte en “arte puro” y “arte social”.

En el siglo XXI, la digitalización, los avances en genética y la  tecnología, la globalización, la conciencia de la importancia de la conservación del medio ambiente, así como la afirmación de las identidades culturales influirán en los conceptos de arte y arte contemporáneo.

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