Foto: Círculo de Poesía

Ludwig Saavedra (Lima, 1985). Ha publicado  las plaquetts de poesía: Florece, 2009. El mar de vinilo, 2015; ambos con el sello Paracaídas editores; los poemarios Los arrecifes, edición cartonera a cargo de Amaru Cartonera, Hartado de sonidos y Al pie de la explosión, 2017 y 2018. Su más reciente trabajo es «Estilo Libre» (2022 Ed. Huachumera).

I
GUZLA PRIMERA
Le obsequio esta certeza
al artero Apolo Musageta
a quien solo le importa pasear
entre los quinuales azules del cielo
La Poesía es un viaje nocturno
sin puerto sin faro sin costa
Un amanecer para dos al final del poema
Amor
Colibrí de yilets
Persiste en vuelo

3 poemas de "Estilo libre" (2022), de Ludwig Saavedra - Vallejo & Co. |  Revista Cultural - POESÍA - FOTOGRAFÍA - NARRATIVA - CINE - MÚSICA - TEATRO  - ARTES - PLÁSTICAS - CREACIÓN - CAJÓN DE SASTRE
Foto: Vallejo & Co.

II

 ) Si tu dolor ha crecido como árbol frondoso

sin el prestigio de los álamos en las noches de luna llena

( Esta digitazione me halla consumido por un viento de furia

El sonido que me tiendes no me salva

No es cuerda para mi charango

Ni para ahorcarme sirve

Casi te he otorgado los colores del amor

pero embadurnada de un limo fino mental

Desnuda

Eres nube o rosal

Las palabras resuenan y encallan lejos en playas perdidas

La muerte es esa ola que las dispersa borrando sus huellas

Desvanecerse es un acto de fe

Por ejemplo en medio del trafico mortal de

una ciudad con el aire más impuro de Latinoamérica

a las 6 de la tarde

Estirar dos alas de cormorán

sin temor al que dirán

Forjar el destino

Tentar una vez más la sangre derramada

Sin dolernos de tu gloria Malaquita mía

Sin creernos ya lo que tus ojos bailaron en la oscuridad aterciopelada

Como dos cometas

dos zarpazos de primavera.

V
 
Ikebana
 
                                                                  Flores    flores   muchas flores
                                                                                                Héctor Lavoe
 
Corimbo
Racimo
Umbela
Cima
Cerezo que ilumina  nítida flor  Buda de la alegría

Infinitos bytes destellando en la mente
Caída en picada de notas de sinfonía silente
Pétalos de materia oscura entre galaxias
Otras flores

Escarcha de las alturas del Ausangate
Arena blanca donde cangrejitos rojos escriben haikus
Flores colores limón en los pareos de las deidades idas del verano
Jazmín perfume de los burdeles donde nació el jazz
Queridas y sencillas flores de los acantilados de la Costa Verde

Carcajada cruel de volcanes
Flores
Con raíz en el centro de la tierra
Yemayá bailando reggae en la flor playa lunar
Ola   adiós
Duna
Nervio de la noche fructífera flor
Aguja de tocadiscos sobre un vinilo mortal equilibrio flor
Orquídea fulgurante acuarela de links al último Vacío
Crisantemo ruido blanco   pecios de naufragios esperados
Abismo donde el mar se nombra a sí mismo
Floripondio musical
Huachumera
Rompeola   cortafuego    pararrayos
Laúd de alud
Cielo digital de madrugada con nube concreta
Bienvenida      vibrante flor vino
Aleteo de Abadón
Asfódelo sobre cítara rota en la isla de Naxos
Cólquico en la memoria lila de Guillaume
Quinua azul ayacuchana
Retama en sombreros de danzantes
Mirada última íntima nostálgica sencilla flor del desierto

Añorado incendio del Sistema
Partitura que se escribe sola  intuición certera
Estrella cualquiera
Vista por el soldado que regresa de su sueño añoranza de chocolate caliente
lenguas bífidas de obsidiana o
Lenguas retráctiles de terciopelo
Garra recorriendo la noche como flor viaje sin retorno
Flores pezones
En el valle del presente dócil rebaño

Latido de baterista
Furor de toda la banda
Flor Nirvana
Esa estación hecha de estampitas a la Virgen de las Nieves
En las saliente de la montaña yo y mi buen amigo éramos una flor entre la niebla
El Silencio es una flor

Orquesta de la cuesta de endorfina
Bandada de cristal
Botes de pesca artesanal  dispersos
Destellos
Sobre el mar
Música para los reales fuegos artificiales y danza fija
Coro incrustado en el cerebro de Dios    ramo
Flor acelerador de adrones
Flores
Niños juegan en el patio de un colegio de la Selva del Perú
Flores
Cuencas hidrográficas como tatuajes borrándose en la piel de la Pacha
Flores
Archipiélago
Flo   eres
Cordillera de Cusco a Vrindavam

De la tristeza
Aprendí el sublime arte del ikebana
Y también aprendí
Que si unes con una cinta celeste tu corazón al Río
Podrías navegar libre
Todo el tiempo que tu voluntad sea canción

El árbol sonríe y silba tonadas que los pájaros han de dispersar
Por tu ciudad hambrienta
Si tan solo supiéramos escuchar con más atención
A las flores
¡Pero andamos tan ocupados!

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here