POR JULIO HERRERA

Director de PORTADA HISPANA

Este 27 de enero se cumplen 10 años del fallo del Tribunal Internacional de la Haya sobre el diferendo marítimo entre el Perú y Chile ¿Cómo ha progresado este proceso de implementación del fallo en 10 años y de qué manera afecta a la relaciones bilaterales entre ambos países? Al respecto Portada Hispana conversó con el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay, excanciller del Perú, que integró con el exministro de Relaciones Exteriores, Embajador Luis Marchand Stens, la Comisión de Transferencia del Sector Relaciones Exteriores para el asunto especifico del juicio contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia en 2011, también Asesor Jurídico del Grupo de Trabajo sobre el juicio contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia; y además desarrolló y sustentó la tesis de la equidad infra legem en el acto de su incorporación a la Sociedad Peruana de Derecho Internacional en la Academia Diplomática del Perú.

¿Cuál ha sido la trascendencia para el Perú del fallo de la haya 10 años?

La más importante es que la sentencia fue una victoria jurídica peruana y compensó a nuestra derrota militar en la guerra de 1879. No digo que fue una revancha pero no se puede negar que necesitábamos un triunfo para nuestro ego nacional de la victoria. Hemos estado acostumbrados a perder territorios y por el fallo ganamos un espacio marítimo, que en realidad gracias al derecho, lo recuperamos. 

Pero no se crea que la Corte dio la razón a nuestro pedido. No fue así. En la demanda pedimos que el límite marítimo sea establecido a partir del Punto Concordia, que es el punto en la orilla del mar donde se inician nuestros límites terrestres con Chile, conforme el Tratado de 1929;  sin embargo, el tribunal dijo que el límite marítimo estaba más arriba, siempre en la costa, es decir, en la intersección del paralelo que pasa por el Hito  No. 1 con la orilla del mar. A partir de ese punto, la Corte trazó una línea paralela de 80 millas y enseguida otra pero diagonal en dirección hacia el sur. Por este trazado se acabó para siempre con el paralelo de facto de 200 millas que Chile imponía disuadiéndonos con sus buques de guerra, periódicamente. 

Luego del fallo siguió el proceso de ejecución o implementación del fallo y esa fue una etapa riesgosa para el Perú. 

Miguel Ángel Rodríguez Mackay, excanciller del Perú, integró con el exministro de Relaciones Exteriores, Embajador Luis Marchand Stens, la Comisión de Transferencia del Sector Relaciones Exteriores para el asunto especifico del juicio contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia en 2011, fue Asesor Jurídico del Grupo de Trabajo sobre el juicio contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia; y desarrolló y sustentó la tesis de la equidad infra legem en el acto de su incorporación a la Sociedad Peruana de Derecho Internacional en la Academia Diplomática del Perú.

¿A qué se refiere?

En el numeral 197 del fallo, la Corte fue muy clara en advertir que ninguna de las partes le pidió la ubicación exacta de las coordenadas geográficas del punto de inicio de los límites marítimos. En realidad ese fue una gravísimo descuido peruano que nos pudo costar muy caro.  Chile como demandado jamás lo iba a hacer pues para este país ya existían los límites marítimos. Fue sorprendente que se le pasará sobre todo al agente y al equipo técnico y a la coordinadora, antes que a los abogados internacionales y nacionales. 

¿Cómo terminó esta parte de la ejecución del fallo?

Todavía no acaba.  El acta que precisó las referidas coordenadas geográficas, debió registrarse en las Naciones Unidas, tal como se hizo con el Acuerdo entre Perú y Ecuador de 2011. No hemos sido capaces de exigir a Chile para hacerlo conjuntamente. No podemos dejarlo para las calendas griegas. 

También aprovecho para decirle que Chile hasta ahora no ha adecuado su cartografía marítima al trazado del límite establecido por la Corte.

¿Eso qué quiere decir?

Que Chile mantiene ante el mundo el mapa anterior al fallo es decir si uno mira cualquier mapa marítimo chileno comprobará que siguen en las redes visibilizando el paralelo de 200 millas de facto que la Corte redujo a 80. Por falta de carácter no hemos requerido a Chile que lo cambie. Es un completo despropósito que siga así. 

¿Qué jurisprudencia quedó sentada con el fallo de La Haya?

La existencia en el derecho internacional del mar de una decisión de la Corte por acuerdo tácito pues normalmente se dan las sentencias expresas. Ahora, bien, para la Corte el Memorándum Bákula lo confirmó. En el numeral 141 del fallo el Tribunal de la ONU, dijo: «En opinión de la Corte, los términos utilizados en ese

Memorándum reconocen que hay un límite marítimo, sin dar información precisa acerca de su extensión…». Aunque dejo intacto el aporte del Embajador Bakula en el tema del derecho del mar y la tesis de las 200 millas, en este asunto específico del juicio contra Chile, en que nuestro país todo el tiempo sostenía por todas las formas que no había límites marítimos, cómo se puede apreciar el Memorándum Bákula más bien lo confirmó pues los jueces fueron muy claros en decir que por dicho Memorándum «Más bien, pide (Perú) «la delimitación formal y definitiva de los espacios marinos». Esa fue la única verdad, guste o no guste. 

Desde el fallo de La Haya hasta el día de hoy como se han comportado Perú y Chile en sus relaciones mutuas. ¿El fallo de la Haya contribuyó a mejorar las relaciones cómo y por qué? 

Más allá de que el expresidente Sebastián Piñera, que le tocó afrontar la derrota en La Haya, inventó la absurda idea del denominado triángulo terrestre como chileno cuándo todos sabemos que es un espacio de absoluta soberanía peruana, en realidad en los últimos años hemos venido fortaleciendo nuestra relación bilateral. Con un importante número de empresas chilenas invirtiendo en el Perú, aunque las nuestras en Chile son mucho menos, debo recordar que tenemos un TLC y con Chile no tuvimos los problemas que con Colombia y México en el marco de la Alianza del Pacífico. No hay que pelear con Chile. Debemos mirar el Pacífico como un espacio geopolítico compartido pues los dos países son miembros de APEC. 

⁠¿Con el fallo de La Haya quedó resuelto el problema limítrofe marítimo con Chile o todavía quedan algunos puntos por resolver?

Acabaron. Ahora hay que estrechar nuestra relación y hay que acercar nuestras fronteras. Aunque no es marítimo, exactamente, debemos construir el mega centro cultural y Consulado en el terreno El Chinchorro que es propiedad privada del Perú en Arica que yo cuando canciller iba a llevar adelante Hay que volver operativa nuestra servidumbre conseguida por el Tratado de 1929 que se refiere a la estación terminal del ferrocarril Tacna-Arica, el edificio de aduanas y el malecón de atraque en Arica. Todo está abandonado como abandonado, con los rieles del tren oxidados y el guano fuertemente adherido a las paredes de la aduana, y ello pasa porque no tenemos política de Estado de fronteras. Y nuestros sufridos pescadores que cruzan las aguas chilenas para faenar en condiciones realmente deplorables hasta ahora no cuentan con las promesas que el Gobierno del Perú les hizo luego del fallo, para empoderarlos, pues siguen siendo detenidos y sus embarcaciones capturadas, llevados a puerto y obligados a pagar multas. Una completa irresponsabilidad del Estado meciendo a los peruanos en las zonas fronteras, donde además, hasta ahora no se soluciona el problema del agua, y luego nos quejamos de sus protestas. 

En cuanto al Mar peruano, ¿Qué retos a nivel de tratados internacionales tenemos por delante? Teniendo en cuenta los TLC con países de la cuenca del Pacífico, la Convemar, etc.

Mientras no sea el Perú parte de la Convención del Mar, seguiremos marginados del derecho del mar en la ONU. Son 169 países miembros faltando solo 24, entre ellos, el Perú. Cambiemos la currícula escolar para que aprendamos a reconocer que las 200 millas peruanas se conservan intactas en la Convemar, hay que saber comunicar la importancia de este tratado pues ahora que contaremos el mega puerto de Chancay se van a producir muchos actos jurídicos en el mar debido al alto tránsito de las embarcaciones que irán y vendrán del Asia y otras partes del mundo. Si no adherimos a la Convemar, tendremos que afrontar serios problemas jurídico marítimos que este tratado regula, y finalmente, si no comunican bien los beneficios de Chancay, en el sur del país, seguirán creyendo que serán desplazados por Lima y eso no solo no es verdad si no que acrecentará gratuitamente la desconfianza y los recelos.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here