PORTADA HISPANA.-
Una investigación interna de la Cancillería de la República realizada en el 2019 reveló que una cúpula al interior del cuerpo diplomático peruano realizó grabaciones encubiertas a sus embajadores que terminaron con la destitución del representante diplomático del Perú en Israel, Fortunato Quesada, el año 2018 cuando salieron a la opinión pública grabaciones en los que quedaron registrados malos tratos de parte del embajador hacia los trabajadores de la Embajada del Perú en Tel-Aviv.
El domingo, Torre Tagle se vio forzado a emitir un comunicado luego que el noticiero dominical “Cuarto Poder” emitiera un reportaje en el que se dio a conocer los resultados de la investigación interna realizada por la Cancillería el año pasado, en los que se concluía que Pedro Rubín Heraud ministro consejero de la Embajada del Perú en Israel tenía conocimiento de las grabaciones ocultas que ocasionaron la destitución del embajador Quesada. Por esta razón, Pedro Rubín Heraud fue sancionado con seis meses de suspensión al haber omitido la existencia de las grabaciones ocultas en el informe entregado a sus superiores.
En el comunicado de la Cancillería se puede leer:
“Actualmente, el señor Fortunato Quesada, a quien en octubre de 2018 se le impuso la sanción de destitución del Servicio Diplomático, tiene interpuesta una acción ante el Poder Judicial; y el señor Pedro Rubín acaba de presentar su apelación al señor Ministro en contra de la decisión adoptada en primera instancia administrativa, por lo que no es posible un pronunciamiento sobre los procesos en curso”.
“En los casos seguidos contra los señores Fortunato Quesada y Pedro Rubín, el Ministerio ha respetado el debido proceso, así como los derechos y garantías establecidos en el artículo 138 del Reglamento de la Ley del Servicio Diplomático, al igual que los determinados por el ordenamiento jurídico peruano y los acuerdos internacionales vigentes.”
En las investigaciones habrían resultado comprometidos excancilleres Ricardo Luna y Néstor Popolizio, representantes permanentes del Perú ante la UNESCO y la ONU, respectivamente, así como el recientemente nombrado embajador del Perú en Bolivia, embajador José Boza.
Estos escandalosos hechos adquieren protagonismo en la política y diplomacia nacional justo cuando tiene lugar el polémico debate suscitado por la declaraciones de la congresista Martha Chávez respecto al nombramiento del ex presidente del Consejo de Ministros Vicente Zeballos en el cargo de embajador del Perú ante la OEA, en las que critica su designación por su naturaleza política al no ser Zeballos un diplomático de carrera. La congresista Martha Chávez además recomendó a Zeballos como embajador del Perú en Bolivia “por sus rasgos andinos”. Antes de nombrar a Vicente Zeballos representante del Perú ante la OEA en Washington, el presidente del Perú, Martín Vizcarra había nombrado embajador en Bolivia a José Boza, exjefe del gabinete de asesores del excanciller Popolizio. Las declaraciones de Martha Chávez generaron un fuerte debate en el Perú al ser interpretadas como “segregacionistas” o “racistas”.
