Sembraron los dos gramos de Christian: Clemente Rodríguez

Por Nidia Sánchez

Ciudad de México.- Clemente Rodríguez Moreno, padre de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 jóvenes normalistas de la escuela rural “Raúl Isidro Burgos” desaparecidos en aquella aciaga noche del 26 de septiembre de 2014, en Guerrero, piensa que los restos hallados en la barranca La Carnicería, de Cocula, Guerrero, fueron sembrados ahí.
Clemente insiste en su hipótesis, que los dos gramos que están en Innsbruck, en un laboratorio, y el costal, fueron sembrados en La Carnicería. No le convence el argumento de que saltaron de un costal que rodó en la barranca.
Mientras que el fiscal especial para el caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, dio a conocer en julio de este año, que fueron hallados en La Carnicería, los restos del normalista Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, tras los estudios hechos por la Universidad Médica de Innsbruck, en Viena, el padre del joven estudiante lanzó muchas preguntas a las autoridades.
En entrevista a la que accedió hablar ampliamente del caso Ayotzinapa, expresó “A mí no me entregaron los restos, no tengo nada. Cuando me dieron la noticia y fueron a mi casa (las autoridades), dijeron que en La Carnicería -un lugar bautizado así por la gente, porque allá van a tirar cuerpos- en Cocula, Guerrero, se encontró un costal. Imaginé un costal con restos humanos, y yo entendí que ahí estaba mi hijo”.
“El gobierno lo dijo así, pero yo soy necio, me entregaron solo un libro, que es un tomo, donde se muestra el fragmento de dos gramos del pie derecho de Christian, y una playera que no pertenece a mi hijo, sino a un estudiante de Telesecundaria, de una comunidad de la costa chica de Guerrero”.
“Cuando me dijeron de un costal. Uno se imagina un costal con restos humanos. Me explicaron que con el paso del tiempo la bolsa se vino rodando y el fragmento de dos gramos fue a caer como a veinte metros. Me muestran dos gramitos. ¡Nada pues!. Ellos están en esa línea y quieren a fuerza que yo acepte que esos dos gramos son mi hijo”.
Al referiste al costal, Clemente Rodríguez, cuestiona ¿Cómo llegó ahí?, ¿Qué tiempo ha estado ese costal ahí?. Se puede determinar el tiempo, en qué año fue, si es reciente o cuántos años tiene, si fue en el 2014 o 2015, pueden determinar todo, me lo explicaron antropólogos forenses, entonces siguen en La Carnicería, andan buscando (a los estudiantes).
Los dos gramos están en Innsbruck, en un laboratorio. Le hicieron la invitación para ir, sin embargo, no le nace viajar, porque la investigación sigue. No se conformará con dos gramos, nos dice.

Clemente Rodríguez Moreno, padre de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 jóvenes normalistas de la escuela rural “Raúl Isidro Burgos” desaparecidos en aquella aciaga noche del 26 de septiembre de 2014, en Guerrero, piensa que los restos hallados en la barranca La Carnicería, de Cocula, Guerrero, fueron sembrados ahí.


Con voz firme, aseguró haber dicho a las autoridades “Quiero algo que me convenza. A mí me pueden cortar la mano, me pueden cortar las piernas y sobrevivo. Quiero que agoten toda la investigación”.
Explicó que el cerro o barranca La Carnicería está en Huitzuco de los Figueroa, es un lugar solitario, la carretera pasa en medio del pueblo y a escasos metros va una brecha para el basurero de Cocula, y ahí está La Carnicería. Es un lugar a 800 metros del basurero de Cocula.
“Fuimos a La Carnicería, y al llegar al lugar, uno se imagina cosas, si a los chavos los trajeron para acá, ¿A poco mucha gente no se dio cuenta?. Acá abajo está Huitzuco, donde está el crimen organizado, cuando nosotros fuimos no había nada, luego apareció gente vestida tipo comunitaria, y el ejército a diario está ahí”.
Cómo es posible que el anterior gobierno, y actualmente, si andan buscando, no solo deben ir a Cocula, tienen que ampliar la búsqueda en la zona, a todo un perímetro largo.
Clemente detalló que le llevaron a un recorrido. Ha pensado mucho sobre todo esto, y confiesa que ha hecho sus deducciones. “Me mostraron cómo en el camino, con el tiempo el costal se fue rodando y se deshizo por el sol, pero no lo veo posible, es una costalilla que está en la sombra, no le dio el sol, yo tengo costalillas y sé en qué tiempo se deshacen si están directamente al sol, con el tiempo la bolsa se deshace, pero en la sombra no le pasa eso”.
Dicen que se les fue rodando y que el fragmento se brincó, se salió del costal. Ese lugar está limpio ahora, sigue pensando en todo lo que ha visto, y añade, “estoy seguro que si yo me subo allá arriba (del cerro) y ustedes me están diciendo que había maleza y otras cosas, si yo tiro una piedra por muy redonda que esté, no va a llegar hasta el río”.
“Siguen buscando, andan limpiando con cucharitas y ahí no van a encontrar nada, me queda muy claro que aquí lo vinieron a sembrar, se los dije, quiero algo que me convenza porque yo no voy a aceptar tan fácilmente”.
Rodríguez, detalló que con el ex presidente Enrique Peña Nieto a todo les dijo que sí, pero a la hora de los hechos, no había avances, “nos engañaba y distorsionaron las investigaciones”.
Afirma que con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador van caminando lento, no los estoy desacreditando.
Clemente hizo en su momento, trabajo de investigación para dar pistas de un policía de Iguala que estuvo involucrado en el caso de las desapariciones de los estudiantes normalistas, fue localizado y capturado “pero se les escapó”. Hay muchos nombres dentro de las investigaciones.
Explicó que ahora comprende que esto depende de jueces que han estado desde la administración pasada (la libertad dada a los posibles involucrados), sin embargo, confesó que ha encarado al fiscal especial para el caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, y le ha dicho “que si hay gente obstaculizando la investigación, sáquelos…, si hay gente que no sirve, hay que correrlos”.
Clemente Rodríguez Moreno, nunca imaginó que en este camino de búsqueda, y lucha, le fuera posible viajar y conocer parte de Estados Unidos, a donde años atrás intentó ingresar por el desierto y terminó por regresar a su tierra ante la difícil situación, también ha pisado suelo chileno, levantando la voz y tomando el micrófono hasta perder el miedo para que cada padre y madre de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, sean escuchados en el mundo.
“A lo mejor mucha gente lo entiende y otra no, como le dije al Gobierno (al referirse al fiscal especial y al Presidente), yo estoy aceptando de alguna manera que sí es el fragmento de dos gramos de su pie derecho, pero ¿y la mayoría de los restos?, entréguenme todo”.
A seis años, yo voy a seguir adelante mientras no me quiten la esperanza, a pesar de que mucha gente nos critique. Piensan que recibimos dinero del gobierno y eso es mentira, vendo artesanías para llevar un sustento a mi casa.
Por la contingencia las movilizaciones han bajado pero hay muchas personas que nos quieren, y cada día 26 se han solidarizado con nosotros y nos han acompañado a las marchas.
Que se sepa en todo el mundo que nosotros no hemos parado y que seguiremos hasta las últimas consecuencias, finalizó.

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