Entre las muchas razones que se han esgrimido para justificar la victoria de Castillo en las elecciones pasadas, resaltaba el planteamiento de que representaba la pluriculturalidad de nuestro país, idea que aparecía, constantemente, junto a la identificación que se hacía de él como campesino, que fue la imagen que manejó durante la campaña.
El sombrero y su procedencia (Chota) se perfilaban como los elementos suficientes para asumir que Castillo se preocuparía por la interculturalidad, más aún siendo profesor, en un país donde la educación inter y pluricultural aún mantiene grandes deficiencias y brechas, que muchas veces limitan las posibilidades de desarrollo de quienes no pueden educarse adecuadamente en su lengua nativa, tal como lo mandan los derechos humanos y la ley general de educación.
A pesar de esto, la conducta del Gobierno parece contraria a una defensa de la interculturalidad. Pues, el mes de septiembre el Minedu, que es el órgano rector de perpetuarla mediante la educación, emitió dos resoluciones viceministeriales: la 121 y la 118, las cuales han generado respuestas de diversas instituciones, como el Consejo Nacional de Educación (CNE) y la Defensoría del Pueblo, que se pronunciaron en contra de esas resoluciones, debido a que consideran que vulneran la Educación Intercultural Bilingüe (EIB).
La preocupación sobre la resolución 121 está relacionada a que establece que para postular a un cargo directivo o jerárquico en Instituciones Educativas de Educación Intercultural Bilingüe (IIEE-EIB) de cualquier forma de atención, no se requiere que el profesor acredite el dominio de la lengua originaria. Y sobre la 118 porque omitió el requisito de que el postulante a un cargo directivo en IIEE-EIB cuente con formación especializada en EIB.
Sin embargo, esta posición del gobierno frente a la educación EIB no es reciente. En enero de este año, la viceministra de Interculturalidad, Rocilda Nunta, mediante un texto en el cual expresaba su preocupación, solicitó una reunión con el Minedu luego de que este solicitara que, dadas las brechas existentes para desarrollar la educación EIB, se realizara un listado de instituciones a las que se excluiría del modelo.
Y en mayo de este año la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) alertó sobre el inicio de “una política de aniquilamiento de las instituciones educativas que brindan el servicio de Educación Intercultural Bilingüe en la Amazonía y los Andes peruanos”.
Según se menciona en redes sociales, estas modificatorias a la ley han tenido la intención de beneficiar al Fenate, el sindicato de profesores fundado por Castillo y el cual ha sido vinculado en distintas investigaciones periodísticas al Movadef, considerado por muchos el brazo político de Sendero Luminoso. Desde este sindicato, entre otras cosas, se ha venido pidiendo la flexibilización de la educación EIB.
La especulación permite presumir que este interés está relacionado a las asignaciones adicionales que se otorgan por condiciones de ruralidad o por encontrarse en zonas difíciles como el Vraem y zonas de frontera, sin embargo, si se considera que el Fenate ha sido sindicado con elementos de Movadef, resulta preocupante su interés de tomar las plazas en los colegios EIB, tradicionalmente ubicados en las zonas más olvidadas por el Estado.
Al respecto, trascendió en la prensa, meses atrás, que el ministro de Educación, Rosendo Cerna, se había comprometido a distintos puntos con los representantes del Fenate, entre los cuales se encontraban temas relacionados a la Educación Intercultural Bilingüe, nombramiento docente, entre otros.
Parece claro que el Gobierno no está interesado en la interculturalidad como medio de reivindicación social y cultural. Lo lamentable y peligroso es que parece estar utilizando las plataformas EIB para obtener beneficios políticos con los grupos que representa, sin considerar que los perjudicados serán tal vez miles de niños, quienes por derecho merecen acceder a una educación de calidad en su lengua nativa.
Publicado en Expreso
