Foto: INSM
Gestores del Desarrollo es una iniciativa privada que tiene por objetivo trabajar por el Desarrollo Humano Integral de la persona, la familia y la comunidad.
El Desarrollo Humano Integral consiste en ampliar la riqueza de la vida humana, no sólo de economía sino también de salud, educación, ocio y esparcimiento, es decir, un bienestar pleno de la persona y la sociedad; un bienestar material y espiritual, en respeto de la vida, la convivencia en armonía entre personas y el medio ecológico.
El desarrollo humano “se produce cuando las personas tienen iguales oportunidades para tener una vida más larga, más saludable, más plena y creativa” (PNUD, 1990: 31). Por eso el Desarrollo Humano se entiende como el proceso de ampliación de las opciones y capacidades de las personas, que se concreta en una mejora de la esperanza de vida, la salud, la educación y el acceso a los recursos necesarios para un nivel de vida digno.
En este contexto, entre los principales problemas y obstáculos para el Desarrollo Humano que encontramos en el Perú nos preocupa especialmente la Salud Mental y los principales males que atacan mayoritariamente a la población peruana: Depresión, baja autoestima, tristeza, etc. La mala Salud Mental de la población peruana es un grave obstáculo para el Desarrollo Humano en nuestro país porque impide el pleno crecimiento de la persona, afectando las relaciones sociales y perjudicando el crecimiento del país.
¿Cuál es el problema con la salud mental en el Perú? La data actual nos demuestra que más de seis millones de peruanos requieren atención médica relacionada a problemas de salud mental. Cerca del 20% de habitantes de nuestro país padecería trastornos de depresión, ansiedad, estrés u otros más complejos que derivan en adicciones y episodios de violencia (MINSA, 2019).
Voy a describir un caso real para explicar cómo la salud mental influye en la vida diaria de nuestro país negativamente incidiendo en el estado emocional colectivo de nuestra población con consecuentes resultados en las relaciones humanas, comercio y mercado, seguridad ciudadana, e incluso en la política.
El 16 de junio del 2018, la selección peruana de fútbol de mayores regresó a los Mundiales después de 36 años. El partido Perú vs Dinamarca se jugó en la ciudad rusa de Saransk a las 11 am hora peruana. Aquel sábado decidí abrir mi negocio temprano desde las 7 am anticipando que a la hora del partido todo se paralizaría. Esas cuatro horas entre las 7 am y las 11 am antes del partido vendí como nunca en mi negocio de libros y revistas. La expectativa y el buen ánimo se sentían en el ambiente y parecía que es atmósfera de buenas vibraciones se trasmitía a través de la gente por todo el mercado influyendo positivamente en los negocios. Los estudios de mercado han comprobado que el buen ánimo y un positivo estado emocional favorecen el consumo. Pero Perú perdió ese partido, y días después sería eliminado del Mundial. Eso afectó negativamente las ventas en los dos meses siguientes.
Recientemente, en este 2023, la inflación y los efectos negativos del clima en la economía, así como la mala situación de la seguridad ciudadana y la inestabilidad política, han contribuido a un mal estado emocional de las personas que atienden y asisten a los mercados y comercios. La actitud con la que se realizan las transacciones comerciales no es la adecuada porque priman la incertidumbre, el desgano, la desconfianza, la tristeza y el miedo.
Hace falta cultura para el Desarrollo Humano a través de la educación en Salud Mental, es una labor que el Estado peruano debiera emprender masivamente porque estamos hablando de seis millones de peruanos, una cifra demasiada alta que impide el correcto desarrollo de a sociedad.
