Cesar Ortiz Anderson

Presidente de Aprosec

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Lo que está sucediendo con el Ministerio del Interior, la inestabilidad política en el repetitivo recambio de su titular, es el fiel reflejo de la inestabilidad política que se observa en el Ejecutivo. Resulta paradójico que sea Interior y no otro sector el que responda sintomáticamente a los cambios en el Ejecutivo, siendo como lo es, Interior, un sector que no debería estar politizado pero que desde hace aproximadamente 20 años lo viene siendo debido a la influencia de un “grupete” que desde el Gobierno de Alejandro Toledo pretende controlar la institución policial. La Policía es en cualquier país, el reflejo de su pueblo y de su gente. En estos momentos en el Perú, la Policía está siendo tratada de la misma forma en la que se trata al pueblo peruano.

Este gobierno, desde PPK hasta Sagasti es una sola continuidad, es el más nefasto en la historia del Perú porque se maneja según las ambiciones de poder de quienes están gobernando. Cuando PPK asume la presidencia las cosas ya estaban mal, pero todo ha seguido empeorando. En el caso de la Policía, lo que sistemáticamente se hace es maltratar, golpear, humillar a la institución policial, en vez de poner orden. Se debe ver por la seguridad de los peruanos y no por la economía, pero lo que el Gobierno viene haciendo es preferenciar la economía. Para eso se maltrata a la Policía Nacional. La crisis de la pandemia debiera tener un enfoque social. Pero estamos a ocho meses de las elecciones y el señor Sagasti ha puesto en el Gobierno a miembros del Partido Morado. Esto demuestra que la clase política ha sido anulada para ejercer el manejo del país. El gobierno del país es un timón sin timonel. Los políticos no están a la altura de las circunstancias.

Lamentablemente para los peruanos al momento de la declaración de pandemia global por la OMS la clase política peruana ha había caducado a causa de los múltiples casos de corrupción, entre ellos Lava Jato. Es la caducidad de líderes, partidos, sistema político, todo. Si el Gobierno no gobierna, el Congreso tampoco legisla. No hay recurso humano, no hay organizaciones políticas serias, no hay de dónde escoger. La gente decente hace décadas que dio la espalda a la política y dejó todo el terreno a los corruptos, ahora en una situación de crisis mundial, el Perú no tiene políticos aptos, probos, capacitados y con experiencia en el gobierno. No hay. Lo vemos con cada cambio de Gabinete, cada vez es más difícil encontrar un ciudadano que acepte el cargo ministerial.

Ahora lo inteligente sería que se restituya a los tres jefes policiales que renunciaron a sus cargos en desacuerdo con la administración del ex ministro Vargas. En cuanto al nuevo ministro Élice, creemos que está técnicamente preparado para el cargo, pero que políticamente no lo está. Hay otras personas que están manejando el sector Interior detrás del señor Élice que sí se encuentran políticamente preparados para hacerlo. Se trata de un “grupete” que desde el gobierno de Alejandro Toledo se gestó para controlar la Policía Nacional. ¿Hasta cuándo durará Élice en el cargo? ¿Con Élice el sector Interior tendrá estabilidad al menos hasta el próximo 28 de julio? No se sabe, políticamente el Perú en estos momentos es el país con mayor volatilidad en el mundo. En un mes hemos tenido tres Presidentes y cinco Ministros del Interior. Cualquier cosa puede suceder. Lo que sí sabemos es que este grupo que controla el Interior y el Gobierno en estos momentos es el mismo grupo que durante el gobierno de Toledo le quitó la facultad de realizar investigaciones a la Policía para otorgárselas a la Fiscalía. Un antecedente a este tipo de manejo político sobre la Policía se encuentra en el primer gobierno de Alan García cuando se eliminó a la PIP al fusionar a los tres cuerpos policiales: PIP, Guardia Civil y Guardia Republicana en una sola institución.

La solución al problema del mal manejo político y a la corrupción en el sector Interior y en la Policía sería hacer lo que en un caso muy parecido hizo Colombia: Traspasar a la Policía Nacional a la jurisdicción del Ministerio de Defensa. Esto funcionó en Colombia. Significaría que tendríamos una policía militarizada, tal como lo es no sólo en Colombia, sino también en otros países como Chile y Brasil. Tal como está, el Ministerio del Interior ya no sirve porque ha sido corrompido por el narcotráfico y por multitud de pequeños “Pablitos Escobar”. Sólo así –bajo la jurisdicción del MINDEF- la Policía estará protegida porque en el Perú no hay políticos, sino “politicuelos”.

CESAR ORTIZ ANDERSON, PRESIDENTE DE APROSEC

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